lunes, 26 de abril de 2010

México y Argentina, el blanqueamiento del primero, la prostitución del segundo

Por azares del destino me encontré una noche de domingo para lunes en un antro de la Condesa, los mexicanos y algunos de los argentinos sabrán a qué barrio me refiero, aquel de moda, aquel que derrocha grandes cantidades de dinero y es atractivo al turismo y a los nacionales por su ambiente (sic), la música en definitiva era lo de menos, bandas entreteniendo a la gente con temas difundidos en la radio. Los argentinos, por lo menos los que conocí y otros tantos por sentirse cerca de su patria a la cual por cierto dicen que sólo regresaría para ver a la familia, pedían Fernet Branca para sentir que el alcohol les cobija. Pero no es así, es natural que renieguen de una patria que no es propia, dicen “ya estoy hablando como mexicano”, reniegan de la miseria y la indiferencia que dejan en su país, pero también de lo que acostumbran de él. Algunos, no todos, sabrán que su país y su presidente en turno realizó incursiones al desierto en aras de exterminar a los indígenas nativos que habitaban dichas tierras en las décadas del 40, 50 y 60. Hoy día es conocida la persecución que el gobierno Chileno (Michelle Bachelet, qué decir del actual) realiza sobre la población Mapuche de aquel país suramericano. Por ello, por el exterminio de los indígenas del desierto, se sienten herederos consentidos de Europa, cierto, junto con México han sido una de las naciones más favorecidas con (cierto tipo de) exilio europeo, con la gran diferencia que México no puede ocultar su pasado indígena pues lo vive día a día en aquellos sujetos que venden chicles, amaranto y palanquetas en la calles, el pueblo indígena vivo que la cuidad y el país mata a diario negándolo. Pero las oleadas continuas de argentinos y de otras tantos países suramericanos que huyen de la desfavorable situación económica de sus países, en México son bien recibidos porque significan un blanqueamiento de la nación; ojos claros, cabellos rubios, mujeres y hombres altos, arriban a la nación azteca so pretexto de vender su imagen como ellos mismos lo admiten, venimos a trabajar en modelaje, acompañamiento e imagen. Labor muy cercana a la prostitución, no tanto por vender su sexo, acción íntima que no dudo que se realice pues ya músicos de aquella nacionalidad en el Ollyn Kan 2008 le habían dedicados temas, pero que se sustenta en el cuerpo-imagen, en sacar provecho de su blanquitud, de su modelo impuesto de belleza, bebiendo de a gratis o siendo solo compañía, eso sí siempre observadas por un hombre de su misma nacionalidad cariñoso y atentos a sus actividades.
Con este comentario espero no aparecer como xenofóbico, sino como simple relator de la situación de blanquemiento-occidentalización-discriminación que viven los mestizos e indígenas de México; además ya he dicho que la recepción de personajes siempre enriquece la cultura de la nación recipiente, siempre que los exiliados sean consientes y pretendan así hacerlo.

viernes, 23 de abril de 2010

Convergencia entre socialismo y derechos de la tierra


El pueblo boliviano desde hace décadas ha sufrido el ataque del neoliberalismo que busca despojarle de sus bienes y recursos naturales, no es casual que un pueblo en el que más de 60% de la población se autopercibe como indígena tenga una especial relación con la tierra y con lo que esta ofrece a la especie humana para sobrevivir. Ellos le llaman la Pacha Mama, la madre tierra y con esto hacen alusión a algo que es más grande o anterior (real o sentimentalmente) que el ser humano. Derrumbando así unas de las tesis de la modernidad-capitalista, el humanismo. El hombre como centro del universo.
En este sentido los esfuerzos que han hecho las naciones de Bolivia y Ecuador principalmente, pero a quienes se le han sumado los países integrantes de la ALBA por reconocer los derechos de la (madre) tierra resulta un ejemplo significativo para poner un alto a esa disposición irresponsable de cuanto recurso ofrece el mundo, pues ya se ha dicho que la lógica del capitalismo no es sólo la del consumo, sino la del consumo en exceso, la del desear más de lo que está al alcance, la de la acumulación sin miramientos hacia la fuente de los recursos o hacia el resto de los posibles destinatarios. Es entonces que se entiende que la crisis del capitalismo no es una crisis de escases como se suele plantear, sino una crisis de acumulación y distribución.
La pieza clave de este comentario es Venezuela y su presidente, pero también Bolivia y su presidente, quienes en su lucha por el establecimiento del socialismo (del siglo XXI) están dando la batalla por que se respeten los derechos de la tierra, por que exista una relación más armoniosa y equitativa con ella. La dificultad muchas veces es la congruencia con el entendimiento de estos preceptos, respetar los derechos de la (madre) tierra no es una concesión o un afortunado logro hippie como muchos lo entienden, es un alto categórico al capitalismo, que ha permeado nuestro pensamiento y acciones; para corroborar esto falta echar un vistazo a nuestro alrededor y a nuestro interior, qué tipo de relaciones establecemos con nuestros cercanos, qué cosas consumimos a diario, qué comemos, de qué nos enfermamos y cómo nos curamos.
El problema la mayoría de las veces es el de la acción ¿de qué nos sirve conocer los procesos y los daños colaterales si no actuamos en consecuencia? Es parte de nuestro humanismo mal entendido, queremos que las cosas la haga alguien más por nosotros, no queremos esforzarnos.








sábado, 17 de abril de 2010

Problemas menores

La vida bajo el sistema capitalista en definitiva es sólo su reproductor necesario, si los hombres (trabajadores) y los animales (comida) continúan viviendo bajo el esquema mínimo de supervivencia es para que la rueda siga girando, con el agregado de que si un trabajador cae enfermo o muere puede ser remplazado de manera casi inmediata por otra tuerca que está dispuesta a entregar su vida (quién no lo estaría) por llevar alimento a casa.
Bajo la lógica capitalista de que todo es reemplazable es que se mueve el primer mandatario mexicano. Meses antes de que Ciudad Juárez, Chihuahua fuera declarada la ciudad sin guerra más peligrosa del mundo -y esto es digno de debate pues el nombre que Calderón ha puesto a su actuar es el de guerra- argüía que las no pocas muertes suscitadas en la citada entidad fronteriza se debía a un encontronazo entre diversos cárteles de la droga por el dominio de la plaza y en efecto así es, bajo este argumento sin embargo está la clave; la muerte de aquellos sujetos entregados por múltiples y diversos motivos al narcotráfico no vale nada para Calderón, cuando ya desde los debates electorales de 2006 y postelectorales apuntaban que las filas del narcotráfico se engrosaban por la falta de una política social más incluyente, no se trataba como hasta ahora se sigue proponiendo, de un asunto de mano dura.
Si las en promedio 6 muertes diarias en Ciudad Juárez o las también aproximadas 5 mil muertes al mes a nivel nacional son daños colaterales o asuntos menores para los altos funcionarios de este país es porque la vida para ellos no vale nada, sea de narcotraficantes o de adolescentes preparatorianos juarenses o menores de edad que mueren en el fuego cruzado. En la semana que recién termina murieron en plena costera acapulqueña dos menos de edad, una de 14 y la otra de 2 años, inocentes a todas luces por haber estado como ya se suele decir en muchos lugares del país en el peor lugar en el peor momento, y por la inocencia que su edad les brindaba no pudieron ser tachadas, sin embargo la decena de preparatorianos juarenses no corrieron la misma suerte, ni lo estudiantes de alto rendimiento del Instituto Tecnológico de Monterrey, a quienes de primera instancia se les calificó de criminales, vagos y pandilleros, días después el gobierno tuvo que recular en sus declaratorias y aceptar que los muertos eran personas inocentes.
Ahora que murieron las menores en la costera ak-pulqueña la respuesta es otra, se habla de problemas menores en la lucha contra el narcotráfico, sea como sea está claro que el Ejecutivo Federal desconoce el significado de la vida, primero porque ha querido minimizar las ya más de 20 mil muertes en cuatro meses por supones que son vidas de criminales y después en su falta de sensatez al no observar que están cayendo ya muchos civiles de manera directa e indirecta en su guerra contra y no anti narcotráfico.





jueves, 1 de abril de 2010

Marzo, el mes más violento en lo que va de 2010; mil 56 personas fueron ejecutadas

Periódico La Jornada
Jueves 1º de abril de 2010, p. 9

Marzo se convirtió en el mes más violento del primer trimestre de 2010, con mil 56 personas asesinadas, entre ellas 37 mujeres, 67 menores, 59 policías y ocho militares.

De acuerdo con fuentes oficiales, alrededor de 50 por ciento de las personas ejecutadas tenían entre 20 y 35 años de edad.

Durante 2010, las únicas entidades que no han registrado ejecuciones en este año son Yucatán, Tlaxcala y Zacatecas.

En contraste, Chihuahua, con 385 asesinatos; Sinaloa, con 128; Baja California, con 59, y Guerrero, con102, concentraron 63.4 por ciento de los homicidios.

Casos particulares representan los estados de Tamaulipas y Nuevo León, donde la guerra entre los cárteles del Golfo y Los Zetas han dejado un saldo de por lo menos 86 personas muertas, según ha trascendido públicamente.

Sin embargo, en ambas entidades las organizaciones criminales han creado cercos a la autoridad y a los medios de comunicación que han impedido conocer con exactitud el número de muertos que ha dejado la confrontación entre cárteles, ya que también cada grupo ha recogido los cadáveres de sus cómplices sin que ninguna autoridad haya intervenido.

De acuerdo con reportes oficiales y el conteo realizado por La Jornada, durante la administración de Felipe Calderón, de diciembre de 2006 a marzo de 2010, han muerto a consecuencia de la violencia que generan los cárteles de la droga 19 mil 740 personas.

Sólo en 2010 se han reportado 2 mil 834 víctimas: en enero, mil 42; febrero, 759, y marzo, mil 56. Es decir, cada 24 horas 31 personas fueron privadas de la vida.

Las ciudades con mayor número de homicidios vinculados con la delincuencia organizada son: Ciudad Juárez (242 casos, que representan 23.4 por ciento de los homicidios cometidos en todo el país), Culiacán (60), Acapulco (50), Tijuana (41), Mazatlán (27), Navolato y Durango (19), Atoyac de Álvarez (18), Gómez Palacio y Monterrey (17), Reynosa (10).

Los ayuntamientos en los que mayor número de policías han sido asesinados por el crimen organizado en lo que va de este año son: en San Nicolás de los Garza (3), Mazatlán (4), Petatlán (3), Chilpancingo (4), Acapulco (15), Guadalajara (2) y Ciudad Victoria (9).

De acuerdo con los reportes oficiales, durante el presente año han sido asesinados 154 policías locales, 59 de ellos fueron ejecutados en marzo.

Por lo que hace a militares caídos durante la lucha contra el narcotráfico, en este año han sido asesinados 18 elementos, 8 de ellos durante marzo pasado. Los estados donde se reportaron las bajas son Tamaulipas, Chihuahua, Nuevo León y Durango.

En 2010 han sido asesinadas 145 mujeres; de ellas, 50 perdieron la vida en Ciudad Juárez, Chihuahua; en otros casos, una mujer fue ejecutada en Celaya el 6 de marzo; el 7 de marzo, la hija del jefe de la policía municipal de Petatlán, en Guerrero, perdió la vida cuando un grupo de sicarios atentó contra su padre; un día después fueron localizados los cadáveres de dos mujeres que habían sido levantadas en un bar de Michoacán. Las agresiones del crimen organizado no sólo se han presentado contra mujeres jóvenes; el 19 de marzo, en Coahuila, fue asesinada una mujer de 60 años.

De acuerdo con reportes castrenses, un total de 67 menores de edad murieron en marzo; 33 de ellos han sido considerados víctimas inocentes. En tanto, los otros 34, que tenían edades entre los 15 y los 17 años, presuntamente tenían nexos con el crimen organizado en actividades que iban desde el narcomenudeo hasta el sicariato.

Entre los casos que más han impactado socialmente se encuentra el asesinato de un niño de año y medio de edad que fue abatido a tiros en Ciudad Juárez el pasado 29 de marzo, cuando un comando armado entró a su vivienda para asesinar a un hombre de 40 años, uno más de 20 y otro de 17; asimismo, el 29 de marzo, 10 jóvenes de entre 13 y 19 años fueron asesinados en el municipio de Pueblo Nuevo, Durango, debido a que desobedecieron la orden de un grupo armado de detener el vehículo en el que viajaban.

Durante el mes de marzo también sucedieron situaciones como la ocurrida el día 30, en el poblado de Placitas, municipio de Valle de Juárez, donde una mujer y cuatro hombres fueron fusilados por un comando armado.