jueves, 28 de octubre de 2010

Misión Sucre, un modelo alternativo de educación



Después de casi un mes de ausencia regresé al campamento Nuevo Barrio Tricolor de la Parroquia La Vega, mis visitas a ese sitio se habían suspendido por el proceso electoral del 26 de septiembre que paralizó prácticamente todas las actividades de Venezuela.

En esta última visita tuve la oportunidad de charlar con Félix, un señor de 61 años que estaba allí en el campamento repasando sus lecciones de la Misión Sucre mientras llegaba la hora de la reunión con los Consejos Comunales.

De cómo se enteró Félix de la Misión Sucre

Mira este cuaderno es de tercer grado, me mostró un libro algo viejo y amarillento con símbolos y ejercicios matemáticos, esto si no lo repesas se te olvida agregó. Hace ya más de treinta años que dejé la escuela, la dejé incompleta porque ya sabes cómo es la juventud, me gustaba la cervecita, las mujeres y bueno ya teniendo trabajo uno piensa en muchas cosas. Pero ahora lo he retomado y me siento muy bien, porque estoy haciendo cosas por mi y eso además le da gusto a mi familia, soy el orgullo de varios de mis nietos y un impulso para mi hija menor que está por entrar en la universidad.

Yo hace unos cinco años era de estar perdiendo el tiempo allí en la calle después del trabajo, me iba “al miadero”, así se le dicen a un lugar por allá donde uno se va a pasar la tarde y a tomar cerveza. Una vez después de haber escuchado al presidente Chávez comentar que ahora en Venezuela existía la oportunidad de retomar los estudios comencé a sentir que estaba perdiendo mi tiempo. Pregunté por la promociones aquí en la Vega y mira son varias allá arriba hay una, por allá atrás de esos árboles hay otra, son como cinco lugares para estudiar en total. Me inscribí a la Misión Ribas para terminar el bachillerato que te comenté había dejado inconcluso, lo terminé rápido y me dieron mi certificado. Ahora desde hace cuatro años estoy en la Misión Sucre, lo que me gusta de la Misión es que si por algún motivo la tienes que abandonar ya obtuviste una capacitación que además es válida, por ejemplo yo ahora después de estos cuatro años ya soy técnico y si continúo dos más me graduó en ingeniero civil.

Un modelo distinto de educación

Desde que llegó Chávez al poder muchas cosas han cambiado en Venezuela y hasta en el mundo, allí está la gira de la cual acaba de regresar de Rusia, Siria e Irán, todo eso es por el bien de Venezuela, para hacer convenios que favorezcan al pueblo.

En el tema de la educación, no sólo te lo digo porque yo esté estudiando sino porque lo ves, mira allá en la Misión hay un par de egresado de la Universidad Bolivariana, gente que ya terminó sus estudios ahora está ayudando a su comunidad antes no, antes si estudiabas era sólo para ti, para tu bien, para ser jefe y explotar a los demás, pero esta educación no es así. A mí siempre me han gustado las matemáticas y no te voy a decir que soy un líder, pero siempre que puedo me quedo un tiempo más después de las sesiones a explicarles a mis compañeros las dudas que tengan. Eso me hace sentir muy bien aunque he visto cómo muchos de mis compañeros ya no siguen más, cuando yo comencé en la Sucre éramos 58 ahora desafortunadamente sólo quedamos 12, pero esa gente que se fue por lo menos se llevó algo que quizá le haya permitido tener un mejor trabajo o no sé, por algo se habrán ido.

Estamos al mismo nivel

Ahora que varios estamos en la escuela a nivel universitario nos damos cuenta que estamos al mismo nivel que esa gente que va a la universidad y ellos lo saben porque en alguna ocasión vinieron a ver lo que hacíamos y les terminamos explicando algunas cosas. Estamos al mismo nivel que los institutos técnicos privados y creo que eso es lo que les duele, que nos dimos cuenta que somos iguales, que ya no hay motivo para que nos discriminen o nos hagan a un lado y eso le duele mucho a esa gente porque se creían más. Ahora no, ahora somos todos iguales.

Y lo ves hasta en la política, antes aquí en Venezuela la democracia era de tu votas y yo mando, con Chávez ya no, cualquier ley que se quiera aprobar o las más importantes se someten, se le pregunta a la gente. Esa es la democracia participativa, que nosotros decidamos por nuestro país y por nuestro bienestar, sea en las leyes o en los Consejos Comunales.

Nos querían quitar todo

Todo eso que te digo es lo que nos quieren quitar, nuestro protagonismo, nuestra organización, la escuela, la educación, el deporte, todo eso antes estaba privatizado, antes si me enfermaba era además de un malestar, una gran angustia, ahora se puede ir a los módulos y son gratis.

El deporte no es que estuviera privatizado pero sí iban los hijos de la gente rica, porque tenían para pagarlo o porque conocían al entrenador, claro eso no pasaba en el box porque allí sí hay que entrarle con los guantes, pero en el resto de los deporte sí, ahora quien va a los equipos se ganó su lugar entrenando en competencias, nadie lo puso allí.

Para mí el golpe de Estado del 2002 fue la materialización de todo eso, ellos quieren volver pero ensañados, con ganas de quitarnos todo lo que se ha logrado.

Llegaron al Palacio de Miraflores y quitaron el cuadro de Bolívar, de inmediato depusieron la Constitución, yo creo que si no hubieran hecho eso la gente habría reaccionado de otra forma, pero cuando vimos que nos querían quitar todo salimos a las calles a defender a Chávez, a nuestro presidente, a nuestra democracia.

Todo esto que te digo es para mí un gozo que no me cabe en el corazón, porque aunque yo esté ya mayor, la revolución llegó muy tarde para mi, pienso en mis hijos y en mis nietos ellos sí que van a disfrutar de una Venezuela para todos.

sábado, 23 de octubre de 2010

Si la Comuna es La Patria Grande, los Consejos Comunales son el Gobierno chiquito


Más o menos esta fue la idea que terminó de consolidarse en diferentes entrevistas sobre el significado de ambos nuevos entes en Venezuela.

El jueves pasado estuve en el Núcleo de Desarrollo Endógeno Fabricio Ojeda. Prefiero no hablar de la espera pues fue larga y de nada sirvió, terminé llegando, como se llega a todos lados, preguntando. El Núcleo se encuentra en las entrañas de la Parroquia de Catia.

El aspecto del lugar era industrial, de altos muros grises, otros adornados con murales y grafitis alusivos a la Revolución. Me bajé de la camionetita y desde uno de esos puestos que venden dulces y rentan teléfonos para llamar me gritaron: mexicano, mexicano. Apenas me percaté del grito, voltee la vista y afirmaron con la cabeza. Era Marlene y otra persona, hombre de cuarenta años de quien no recuerdo el nombre. Avanzamos sobre el gran conjunto que representa el Núcleo de Desarrollo Endógeno, el cual contempla desde un Mercal, una embazadora de gas, una cooperativa de confección de zapatos, el Centro de Batalla que es un “auditorio” donde se realizan reuniones semanales de los trece Consejos Comunales que componen en Núcleo. En el Centro también se dan cita los coordinadores de las diversas misiones que trabajan en la parroquia. Mis anfitriones, de fácil habla, como muchos venezolanos, me comentaron que sobre todo operan las Misiones Ribas y Sucre, que son ya no de alfabetización, sino de capacitación. La Sucre es a nivel universitario y Marlene es egresada de allí.

Mi interlocutor (hombre) fue partícipe del Caracazo, de allí obtuve una lectura sumamente interesante de lo acaecido el 27 de febrero de 1989. No hubo grandes referencias al momento político, económico, no en un sentido “analítico” sino vivencial.

Se dice que en el Caracazo la gente salió de sus casas, bajó de los cerros de manera imprevista y sin coordinación mediante. ¿Qué estaba pasando, por qué se dio la reacción de dicha forma? El detonante según esta persona de tez morena y gorra del PSUV fue que ya se venían anunciado una serie de altas en los precios de los productos de la canasta básica, los alimentos, pero también los servicios. Un aumento propiciado por el gobierno, que se salía de las manos y los transportistas sintiéndose obligados a llevar alimentos a su casa, anunciaron un alza al precio del pasaje. La gente estaba entonces ya en la calle, esperando ir a su trabajo, haciendo las famosas y siempre presentes en Caracas, colas para abordar los autobuses. Faltaron algunas reclamaciones para que la gente se exasperara, decidiera hacer algo, tomar los transportes por la fuerza. Evento que se daba en gran parte de la capital del país y que llegó a reclamar a las puertas de los mercados y tiendas departamentales.

Algunos analistas han comentado sobre esto, que es consecuencia del Viernes negro del 83. Donde la clase media se vio afectada en su poder adquisitivo.

Si mi interlocutor había participado en el 89, era seguro que habría participado en el 2002.

¿Qué pasó por tu cabeza el 11 de abril de 2002? ¿Qué sentiste cuando te enteraste del golpe de Estado?

Interrumpió Marlene. Es que ellos, la oposición odian tanto a Chávez porque él nos ha dado a nosotros, a los pobres, a la gente de los barrios. Mira ves todos esos ranchitos, me señalaba la barriada que se comía los cerro, casas de bloque. Antes quién se iba a preocupar por nosotros, porque tuviéramos educación, porque hubiera un doctor en la comunidad, quién se iba a preocupar porque trabajáramos, porque aquí eso es lo que hacemos, el comandante da la orden de que se hagan proyectos socio productivos y eso es lo que hacemos. Aquí está la gasera, está la confección de zapatos, el comedor popular. Nosotros trabajamos en eso, y no para hacernos ricos sino por la comunidad. Aquí uno no se hace rico, estamos más vigilados que la propia PDVSA, ella nos vigila los recursos y además nosotros, desde los Consejos Comunales estamos pendientes de que las cosas se hagan bien. Cuando hubo excedentes del gas se compró otro camión, comenzamos sólo con uno, ahora tenemos tres. Y nosotros damos precio justo, la bombona con nosotros vale 3.60, antes, cuando era privado, valía diez o quince bolívares, y eso en el camión, porque había revendedores que la daban hasta el cuarenta bolos.

Estar en la Revolución no es fácil, hay mucha gente que simpatiza, pero está allá en el centro, tranquilo, diciendo yo simpatizo, yo creo en la Revolución, pero aquí en las parroquias pobres está el trabajo. Nosotros no cobramos nada fijo, es voluntario. Aquí en el campamento nos organizamos para la comida.

Eso es lo que hacemos, un gobierno en chiquito, eso son los Consejos Comunales y aun nos falta mucho para acabar con el Estado burgués y por cambiar conciencias, que eso es lo más difícil, es el mayor reto que tiene por delante la Revolución.