sábado, 3 de julio de 2010

No queremos que nos vengan a mentir: Santa Cruz Zenzontepec, Oaxaca


Uno de los objetivos centrales de la filosofía política occidental es el diseño y reflexión acerca de la mejor forma de gobierno para las sociedades modernas. En su afán de homogeneizar, las ciencias sociales hegemónicas expanden sus redes para plantear formas de pensar, filosofar, estudiar y proponerlas como arquetipo. Quien no lo haga así es un raro, un marginado y hasta un enemigo, recordemos que la lucha por la democracia liberal ha generado miles de muertos, saqueos, invasiones y un sinfín de malestares para aquellos que si no están con el sistema, están en contra de él.
Para saber quién se pliega más a los designios y diseños políticos dominantes, se emplea de mala manera a las ciencias sociales, la ciencia política, lo mismo que la sociología y la psicología han desarrollado sistemas de impacto y evaluación para determinar qué tan democrático es un pueblo. Se dice que aquella sociedad que ha interiorizado de mejor manera las reglas (impuestas) del juego es más democrática, cuanto más se participe en elecciones y en insignificantes tomas de decisiones, se habla de ciudadanos con una elevada cultura cívica, con lo que esto implica; haber renunciado al ejercicio de la política, esto es, al debate de asuntos de interés público.
¿Pero puede existir democracia sin política? Según el sistema actual sí, ya que las elecciones son la fiesta de la democracia, el próximo domingo cuatro de julio es el día de la democracia, rezan los anuncios publicitarios de los Institutos Electorales Estatales de las catorce entidades donde se celebrarán elecciones este domingo, así las votaciones no son sólo un elemento de la democracia, sino que son ellas mismas esta complicada forma de gobierno.
El estado de Oaxaca es una entidad sin alternancia en el poder, desde que existe sistema político siempre ha gobernado el PRI a nivel estatal, se podría decir entonces que es un estado que carece de democracia en sentido hegemónico que hemos criticado hasta el momento। No ha habido alternancia a nivel estatal y cuando ésta se presentó por vía de las urnas hace seis años, la maquinaria príista utilizó un cartucho ya muy quemado, alegó que el sistema falló, dando como resultado la victoria del afamado gobernador (sic) Ulises Ruin. En esta ocasión se adelanta que las intensiones son exactamente iguales, ya que han circulado grabaciones donde URO habla con el presidente del instituto electoral del estado de Oaxaca encargándole un favorcito, que se caiga otra vez el sistema; sin embargo las condiciones políticas y sociales en Oaxaca hoy son sumamente distintas a las de hacer seis años, se ha pasado por la experiencia de la APPO y por la del municipio Autónomo de San Juan Copala, millones de ojos están puestos sobre las elecciones del domingo, los maestros han tomado el zócalo de la capital y hacen constantes bloqueos a arterias de comunicación importantes de la ciudad, en estos campamentos se observa además de manera indirecta la presencia de varias organizaciones políticas y sociales del país, entre ellas la de Atenco y el EZLN, así como gente de la APPO.

Las elecciones que se celebrarán tocan dos niveles de gobierno, el estatal y el municipal, en el primero se elegirá al gobernador y a los representantes (sic) a la asamblea a local, pero algo curioso pasa en el segundo caso. Oaxaca cuenta aproximadamente con 570 municipios, de los cuales poco más de cuatrocientos están declarados como de usos y costumbres, lo que significa que las autoridades municipales son electas en asamblea comunitaria. Con ello los representantes que emanan de dicho proceso se asumen más que como funcionarios, como miembros de la comunidad, hoy están cumpliendo un cargo que mañana le puede tocar a cualquier otro habitante del municipio, esto es, no hay una carrera de político, no se “estudia” para ser político, basta con habitar el municipio y que la asamblea vote por los “candidatos”, donde además el que queda en segundo lugar no es el perdedor de la contienda, sino que es el primero en entrar en el organigrama municipal, con lo cual el apoyo brindado a esta persona no se desperdicia, sino que se suma ya que hacen un gobierno conjunto, no de ganadores y oposición.
Pero otra característica se ha sumado al conjunto significativo de las elecciones próximas, esto es, que algunos municipios, como el de Santa Cruz Zenzontepec, han decidido que los partidos no hagan campaña en su municipio, así al visitar esta alejada localidad de la sierra sur del estado de Oaxaca no se observa ningún rostro de falsa sonrisa en los pocos postes de luz, en las bardas o entradas a la localidad, es un pueblo que vive las elecciones sin la basura publicitaria electorera y aunque han dicho que dejaran entrar la paquetería electoral comentaron también que ningún partido o representante del mismo entrará, no se permitirá por ello la compra de votos por medio reparto de despensas y cobijas o promesas de vales por medicinas. Y sin alguien tuviera duda de que las cosas serán así, bastará con observar las gruesas cadenas que en las entradas del municipio se apostarán.
¿Será por esto que el caso de Copala es tan significativo y reprimido por el paramilitarismo ulisista-príista?
Esperemos pues los resultados electorales del domingo próximo y estemos siempre atentos a las culturas políticas de nuestros pueblos originarios.

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