lunes, 21 de septiembre de 2009

Sobre la marcha del 23 de septiembre

Es más que cierto en la UNAM el dicho que versa aduciendo que las universidades son semilleros de luchas y líderes sociales, apenas entrada la generación 2009- 2010 de varios posgrados y al verse afectados por un recorte irresponsable y unilateral por parte del CONACYT la organización no se hizo esperar, con los altibajos de todo grupo, pero con resultados muy positivos y prontos en su lucha.
Es verdad que el cursar un posgrado en la mejor universidad de Latinoamérica no es poca cosa y que tristemente la posibilidad no está al alcance de todo aquel interesado.
El tema central detrás de esta y otras luchas que no deben tardar más en articularse es la educación, pues es este, el verdadero eje central desarrollo de las naciones, en México está sufriendo un certero ataque desde hace años y se ha profundizado con la entrada por la vía fraudulenta de un gobierno retrógrada y conservador. Las mayores luchas y logros las han dados los estudiantes de nivel universitario o los que pretendían serlo y ahora lo son, como quedó manifiesto en la organización y platón que realizó un grupo de estudiantes rechazados de las universidades públicas en el Distrito Federal. Por el otro lado están los estudiantes de posgrado de la UNAM, que han logrado revertir el insensato y perjudicial recorte a los montos de las becas otorgados por el CONACYT, que en su afán y responsabilidad de desarrollar la ciencia y la tecnología en el país desvía fondos para empresas particulares y recorta su financiamiento a las universidades públicas, sin lograr por supuesto su cometido. Por el momento parece que las movilizaciones y la presión por parte de estudiantes de posgrado de diversas entidades del país ha servido para que se respeten los montos de las becas otorgadas hasta hace un año, sin embargo, con esta pequeña pero significantísima victoria apenas comienza la pelea, contra el CONACYT, pero a la vez con el movimiento mismo, que no debe desarticularse, ni pensar que una golondrina hace primavera, porque la noticia la ha confirmado ya el propio Consejo Nacional, los tabuladores han sido aprobados para las generaciones entrantes, se ha intentado tomar un espacio vacío de estudiantes que no puede defender su derecho a una beca porque aun no están en el lugar de hacerlo, por el contrario cuando lleguen a su posgrado se darán cuenta que las exigencias del mismo son casi imposible – dedicación de tiempo completo, sin posibilidad de trabajo u otras fuentes de financiamiento- con lo cual se pretende que desanimar e imposibilitar a que se realicen estudios de posgrado. Por ello esta convocatoria a participar en la marcha desde la UNAM hasta el CONACYT el día 23 de septiembre, porque aunque es una problemática que atañe directamente a los estudiantes de posgrado del país, el ataque apunta a toda la nación en cuanto que se le ha estado reduciendo su posibilidad de educación. Lo importante es ver el problema en su conjunto y no sólo esta pequeña manifestación.





martes, 15 de septiembre de 2009

Una voz que no quiere celebrar ¿por qué?

Ese fin de semana largo se celebra el 199 aniversario de la independencia de México, los dictámenes sobre el acontecimiento son diversos, algunos apuntan a que “no hay nada que festejar” porque no somos un país independiente, entre ésta y otras opiniones se mueve una voz peculiar, la cual como en el caso de las recientes elecciones apunta al estancamiento, a la inmovilización, al quedarse en casa, al sucedáneo de manifestación, a manifestar el descontento y protesta en el silencio.


Esta idea daba vueltas en mi cabeza por la mañana, ya que se he hecho común escuchar en algunos comentaristas televisivos y de radio, con autoridad nula, que nos estamos adelantando a los festejos del bi y centenario, no porque como ya he dicho se piense que estamos lejos de ser un país independiente –los niveles y las categorías son tan variados, que dejo a la imaginación del lector la elección- sino porque esos acontecimientos debería festejarse en la fecha de termino y no de inicio. Argumento flácido por su origen y por su ánimo.


Llegada la tardé me sentí más convencido de escribir el tema, ya que al abrir mi correo electrónico me encontré con que se intenta hacer la circulación masiva de un correo que dice en su título “Este 15 de Sep. No va haber grito, hagamos silencio, por México” después de eso se suelta en una letanía conocida con razones para protestar; en primera instancia y con cercanía temporal está el llamado paquete económico 2010, que apunta a la economía de los contribuyentes cautivos y a ensanchar su cauce, siempre en la misma dirección, la que apunta a que pague más y más el ciudadano de a pie y en algunos casos las pequeñas empresas. Pero claro que las grandes empresas nacionales e internacionales no se ven afectadas, ni los salarios mínimos de cien mil pesos al mes de los servidores públicos.

Entiendo que estos mensajes pretende imponer la lógica de explosión social como implosión, una manifestación en silencio, un me castigo (yo) ciudadano para que aprendas (tu) gobierno. Protesto en silencio, me quedo en mi casa para que aprendas a hacer las cosas bien. Lo importante es tratar de atrapar el origen de esta seudo manifestación, porque me parece que no es fortuito, que ante el gran desafío económico que representa el paquete 2010 para la sociedad y lo emblemático de la fecha se esté incitando a la desmovilización social.

Muy por el contrario el ánimo que debe correr estos días por nuestro cuerpo es el de la liberación, de festejo y organización; de cambio, no podemos seguir silenciados por moda, por forma de protestar, mientras que la realidad económica, política y social de México nos urge a la organización, a la manifestación, a la movilización, a hacer valer nuestras voces para demandar que las cosas cambien, que las reformas apunten en la dirección que realmente es más conveniente para el país.

La idea vino entonces de mi pareja, dado que la gente que acude a su delegación, al zócalo de su estado va en ánimo de festejar, de reproducir la tradición, lo importante sería que se haga política y manifestación en ese lugar del que nos quieres alejar, que la gente que acuda a celebrar lleve una pequeña cartulina con la leyenda que guste, (por ejemplo no más impuestos) que pinte su playera, que grite que viva el pueblo, que no más de mal-gobierno, no más un gobierno y empresarios que tienen una vida de primer mundo en el tercer mundo.