sábado, 20 de agosto de 2011

Un mal sueño… una pesadilla

Hace unos quince días se hizo famoso el caso de otro poeta en México (Efraín Bartolomé), por supuesto no por su quehacer literario, sino porque las supuestas autoridades de justicita estatal (del Estado de México, de cuyo gobernador no quiero acordarme) irrumpieron de forma violenta en su hogar en busca del líder de la organización criminal “la mano con ojos”.

Hombre ligado a las letras y a ciertos medios de comunicación, pudo sacar a la luz pública su caso, mismo que se aprovechó por otros ciudadanos, no poetas, ni vinculados a las letras, ni a los medios de comunicación, para denunciar irregularidades por el estilo.

Así las noches en este país se están convirtiendo en pesadillas.

Mientras tanto en el Senado de la República se discute la ley de seguridad pública, aquella que intenta justificar lo que en los hechos ya ocurre: irrupciones violentas en domicilios de inocentes, robos durante los operativos sin orden de allanamiento ni de detención.

A eso llaman justicia, porque es la única forma en el que estado sabe hacerlo, con violencia y violaciones a los derechos humanos, a la tranquilidad de la gente.

De esta manera el miedo va entrando en la conciencia de la población de poco a poco, si antes la calle era segura y ahora ya no lo es, los domicilios comienza a dejar de serlo, aquel lugar privado por excelencia es invadido por el estado y sus supuestos grupos policiales y militares, que se aferran a negar que esto es un guerra, pero lo es, es un enfrentamiento contra la ciudadanía, la cual está urgida de organización social, de comunicación, de medios alternativos y comunitarios que hablen de los casos no reportados por lo grandes monopolios o de aquellos abusos que no ven la luz por no tener el contacto con los medios.

“Tras fuerte golpe a la puerta, la casa se llenó de hombres armados”

viernes, 19 de agosto de 2011

Narcotráfico y psicosis

Como espectadores – por fortuna lejanos, quizá no por mucho tiempo – de esta lucha contra el narcotráfico los ciudadanos de ciertos centros urbanos de México comenzamos a vivir una especia de psicosis proveniente de la sensación que al respecto generan en nosotros los medios de comunicación. Es noticia diaria el levantón de personas en Chihuahua, la ejecución de más de una decena en Durango, descabezados en Tamaulipas y el incremento de cuarenta a cincuenta mil muertos en cinco años de gobierno de Felipe Calderón.

Los monopolios televisivos aunque se aferren a su formato de basura televisiva, donde se muestra en horario estelar a payasos, nalgonas, chichonas y gente común y corriente que acude a la televisión por un pedazo de fama en el malestar insomne por alcanzar un sentido de vida y salir de la miseria en la que vive. Aun así la realidad, como siempre, está allí afuera, aunque para ciertos sectores de la población sea cada vez más difícil verla porque el miedo los mantiene en su casa, porque si no son sicarios, son militares o policías federales, que son lo mismo, quienes acosan sus poblaciones. Quedando entre el fuego cruzado miles de ciudadanos de diversa índoles, desde los comuneros de Cherán, pasando por los sectores marginales de las ciudades fronterizas, hasta llegar a las montañas de Chihuahua donde importantes grupos de tarahumaras se suman a los 120 mil desplazados de esta guerra que no quiere ser llamada por su nombre ni criticada en su estrategia.

Por ello el sentimiento de confusión y zozobra, porque no se alcanza a ver el fin, ni a comprender el principio de esta problemática: intereses personales, fortalecer a un cártel, negocios relacionados a la venta de armas, lavado de dinero en los más grandes e importantes bancos del mundo.

Las bolsas se desploman y roban los recursos naturales

Quienes se organizan para defender los recursos naturales son reprimidos primero en silencio por el estado paralelo dibujado en el crimen organizado, para después ser sofocados por el estado en su ya compartida tarea de monopolio de la violencia, dando así paso a las grandes mineras, petroleras, hidráulicas y banqueros a que hagan su trabajo en país de tranquilidad financiera.

Qué ingenuos hemos sido, si la mano del mercado y del imperio siempre ha estado allí dirigiéndolo todo. Construyendo al maniquí en turno, quien intenta hacernos creer que el problema es externo y hasta alza la voz para exigir (sic) que se pare el flujo de armas hacia el país. Y el vecino del norte que sabe construir dictadores y encontrarlos escondidos en coladeras o en la plácida comodidad de su casa, sabe a quién congelarle sus cuentas bancarias para hacerle una guerra más placentera y a quien dejarlas intactas para que la simulación de guerra continúe, dejando a su paso daños colaterales, sean cincuenta mil muertos o millones de dólares.

lunes, 1 de agosto de 2011

El movimiento por la paz en México. Sus propuestas y sus formas

Existen por lo menos tres cambios fundamentales en México desde que Calderón se hizo con la presidencia en 2006. Primero, el número de pobres ha aumentado de manera drástica, segundo el narco y sus agentes se han salido de control generado más de cuarenta mil muertos en cinco años y tercero, producto de esta mala administración y mal gobierno, los llamados movimientos sociales, ciudadanos y de resistencia han proliferado y han obtenido resultados, aunque la estrategia sea equivocada en algunos casos.

Sobre el círculo vicioso conformado por la ambiciosa y codiciosa administración federal, el aumento de la pobreza extrema y el engordamiento de las filas de la delincuencia organizada, baste ese minúsculo comentario, ya que en esta ocasión me gustaría abordar el tema del Movimiento por la Paz encabezado porelpoeta Javier Sicilia.

Los esfuerzos que ha hecho elpoetayperiodista son ingentes y su importancia no se puede negar, la principal, poner sobrelamesa dediscusión la muerte de inocentes en el la luchacontraelnarco. Sumado a esto está el esfuerzo por articular las resistencias a lo largo y ancho del país y el intento por humanizar a las víctimas, reconociendo que en efecto no son ni daños colaterales, ni cifras para el recuerdo, sino personas con historias, con familias y sin vínculos con el narcotráfico. Como si esto último fuera garante o apología –como lo usa el gobierno federal- para justificar muertes.

Me interesa en este momento realizar un ligero acercamiento al contenido de algunas de las demandas y las formas en que las ha realizado el movimiento encabezado porelpoeta Javier Sicilia.

Los seis puntos planteados por el movimiento se dieron a conocer en este medio hace algún tiempo, sin que fueran objeto de reflexión, sino solamente como mera información, sin embargo existen varios de ello que merecen ser leídos con atención, sobre todo aquellos en los cuales se ha avanzado un poco.

1. Exigimos verdad y justicia: -dice el primer punto- el senado ha rechazado esta posibilidad, mientras que los diferentes dirigentes partidistas arguyen que esta es una facultad de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Primero debe existir una comisión de la verdad que esclarezca todas las muertes de nacionales y personas que se encontraban de paso y que por negarse a ser explotadas o a participar como sicarios en esta guerra han sido privados de la vida. Segundo confiar en que la CNDH hará esta tarea sería demasiado ingenuo y equivaldría a creer que la gente pobre y ultrajada de este país muere de gastritis, como pretendió hacer creer dicha comisión hace algunos años ante la violación multitudinaria que realizaron militares a una anciana.

2. Se exige combatir la corrupción, pero se sientanaldiálogo, con personas putrefactas de corrupción, como son todos los dirigentes de los partidos políticos y se acerca el movimiento de manera ingenua a platear sus demandas de no militarización del país y alto al fuego, con dos personajes que tienen metidas las manos hasta lo más profundo en las redes del narco tráfico: elseñorpresidente y el Procurador General de la República, Genaro García Luna. Quienes una vez terminada la primera reunión con el movimiento, no hacen más que defender su estrategia militaristas y taparse las espaldas. Haciendo retroceder al movimiento en una de sus demandas realmente populares, la destitución – que se pidió a coro en el zócalo de la ciudad de México - del procurador (sic) de justicia nacional.

3. Esto da paso al siguiente punto, democracia participativa, mejor democracia representativa y democratización en los medios de comunicación, es lo que reclama el movimiento, sin embargo, apoyan la reelección inmediata de presidentes municipales y legisladores, como si no fuera suficiente con el cacicazgo que aquellos establecen en poblados durante tres años y como si el sueldo y demás privilegios que los legisladores (sic) – que están trabajando empujados por la ciudadanía- no fueran humillantes para la población en general y de manera más sufridamente para los nuevos 13 millones de pobres del país. Aquí no estamos entendiendo lo mismo por democracia!!! Mientras que se pide la democratización de los medios, elpoetayperiodista no hace más que aparecer en entrevistas en Televisa y medios impresos afines, con excepciones claro está, pero privilegiando aquellos monopolios de la (des)información.

Este breve comentario no pretende ser exhaustivo, ya que el tema es amplio y complicado, así que baste una opinión gráfica final acerca de la forma en que elpoeta y el movimiento que lo acompaña ha intentado dar la lucha – perdón ellos no aceptan este tipo de calificativos porque los consideran violentos- por visibilizar a los muertos y la desmilitarización del país: