Para hoy domingo ya todos los diarios de circulación nacional confirman la desaparición del llamado Jefe Diego, los artículos de diarios nacionales y de agencias de noticias internaciones están plagadas de puntos positivos sobre aquel actor político, que si candidato a la presidencia de la república en 1994, que si senador y diputado federal en varias ocasiones. Lo cierto es que el apelativo de jefe no es gratuito, también se lee en estas varias notas que Diego Fernández de Cevallos formaba parte de la vieja escuela del PAN partido en el poder, poder que declaró la guerra al narcotráfico hace ya unos tres años. Guerra que ha cobrado, por su misma naturaleza, la vida de actores muy diversos, algunos narco, algunos capos, algunos militares, algunos policías y otros, insignificantes casos como los llaman desde la precedencia, ciudadanos, menores de edad, estudiantes y otros que encontraron la muerte entre el fuego cruzado.
Hasta el viernes pasado que es cuando se comienza a correr la voz de su desaparición el Diego Fernández, tenía por allí un par de puntos rojos en su currículo, el primero el de haber avalado, desde la oposición, el fraude electoral de 1988 y el pertenecer a un influente bufet de abogados, que se daba el lujo de litigar contra el estado y ganar.
Hoy día es casi imposible deslindar su desaparición a la guerra contra el narcotráfico, pues hoy es casi imposible desligar cualquier tipo de problema político, económico y hasta social de los acontecimientos que rodean al narcotráfico.
Entre este mar de historias, que como ya he dicho todas positivas, La Jornada nos recuerda un poco quién es el Jefe Diego, sobre todo para quién trabajaba, apuntando más claves de su desaparición con el actuar del narco. El primero de los datos y el único que quiero resaltar con propia voz es aquel que da nombre a este post, ya que uno de los socios más importante del bufet de abogados de Cevallos es el actual Secretario de Gobernación, quien hace veinte días había declarado que en esta guerra contra el narco, a la cual en declaraciones anteriores había retado diciendo “acá los estamos esperando”, el se sentía seguro.la pregunta cabría hacérsela de nuevo. Hoy se siente usted seguro señor Secretario de Gobernación, señor presidente (sic).
A continuación pego parte del artículo de la primera plana de La Jornada, que nos recuerda que el Jefe Diego en sus litigios defendió a varios capos de manera directa o indirecta।
Hasta el viernes pasado que es cuando se comienza a correr la voz de su desaparición el Diego Fernández, tenía por allí un par de puntos rojos en su currículo, el primero el de haber avalado, desde la oposición, el fraude electoral de 1988 y el pertenecer a un influente bufet de abogados, que se daba el lujo de litigar contra el estado y ganar.
Hoy día es casi imposible deslindar su desaparición a la guerra contra el narcotráfico, pues hoy es casi imposible desligar cualquier tipo de problema político, económico y hasta social de los acontecimientos que rodean al narcotráfico.
Entre este mar de historias, que como ya he dicho todas positivas, La Jornada nos recuerda un poco quién es el Jefe Diego, sobre todo para quién trabajaba, apuntando más claves de su desaparición con el actuar del narco. El primero de los datos y el único que quiero resaltar con propia voz es aquel que da nombre a este post, ya que uno de los socios más importante del bufet de abogados de Cevallos es el actual Secretario de Gobernación, quien hace veinte días había declarado que en esta guerra contra el narco, a la cual en declaraciones anteriores había retado diciendo “acá los estamos esperando”, el se sentía seguro.la pregunta cabría hacérsela de nuevo. Hoy se siente usted seguro señor Secretario de Gobernación, señor presidente (sic).
A continuación pego parte del artículo de la primera plana de La Jornada, que nos recuerda que el Jefe Diego en sus litigios defendió a varios capos de manera directa o indirecta।
Fernández de Cevallos, El jefe Diego, fue señalado entre 1994 y 1997 como un abogado que tenía nexos con el narco.
Salió a la luz que era representante legal junto con Fernando Gómez Mont del hospital Santa Mónica, donde se realizaron cirugías plásticas a narcotraficantes como Vicente y Amado Carrillo Fuentes.
Trascendió que la PGR investigó sus nexos con el Grupo Financiero Anáhuac, ya que fungió como apoderado legal de la compañía y también del accionista Jorge Bastida, presunto prestanombres de los Carrillo Fuentes, líderes del cártel de Juárez.
En 1997, El jefe Diego fungió como representante legal del hospital Santa Mónica, donde Amado Carrillo fue operado y murió; y también de la funeraria García López, donde se veló el cadáver del capo con el nombre de Antonio Flores Montes.
Para quienes hayan visto Los Límites del control, les dejo el tráiler, a mi me hace mucho sentido।
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