martes, 26 de junio de 2007

DEMOCRACIA ¿REPRESENTATIVA?

Se dice que por medio de un procedimiento, de ahí también que se le llame democracia procedimental, se elige a nuestros, valga la redundancia, representantes, quienes como veremos más adelante son los encargados, en derecho, de velar por nuestros intereses, pero que de facto, dicha condición no se cumple, pues existe una, no digamos brecha, sino abismo entre representado y representantes. Por cierto los cargos de elección popular deben tener una duración breve, lo que los teóricos llaman circulación de los puestos, esto con la intención de que el mayor número de personas participen en el poder, caso que en México no se cumple, dado que los puestos no circulan entre las personas, las personas circulan entre los puestos.

Para elegir a estos supuestos representantes, que serán los facultados para la toma de decisiones, se aplica la regla de oro de la democracia, esto es la regla de la mayoría, regla que por demás tienen sus matices, pues en sentido estricto la mayoría no es la que está representada, sino la minoría mayoritaria, pues en un sistema pluripartidista, como es el caso de México, la votación no se divide estrictamente en mayoría, esto es la mitad más uno, sino en una serie de facciones que se reparten el 100% de la no tan copiosa emisión de sufragios, así tenemos que en el caso mexicano del año 2006, el partido en el poder que arregló las elecciones dice que ganó con 30 y tantos por ciento de los votos, lo que deja fuera a casi el 70% de los que intentaban ser representados. Y ya que se hace mención de los sufragios vale la pena mencionar lo que se llama igualdad política, que en su mínima acepción se traduce en “un ciudadano, un voto” cuestión que no se cumple cabalmente en lo hechos, autores como Arblaster (1992) plantean que para que exista una democracia plena, no sólo deben garantizarse la igualdad jurídica y política, sino que también dentro de ciertos rangos la igualdad económica, pues como iremos descubriendo una cosa es la democracia ideal y otra la real. Resumiendo existen poderes económicos sumamente importantes que pueden derrumbar a cualquier mayoría, preguntémosle a FCH. O para recurrir a un ejemplo pongo a consideración esta pregunta ¿qué consideras que tiene mayor influencia en la toma de decisiones de un político cualquiera, un millón de personas, o un millón de pesos? En este sentido se acepta la igualdad jurídica y política, pero se reclama la igualdad en la influencia y toma de decisiones.

Sobre las cuestiones de la democracia representativa cabe también mencionar, que los actores principales de la política han dejado de ser los ciudadanos comunes y corrientes, claro hablo de la política institucionalizada y gobernante, dado que este papel ha sido, ellos no utilizarían la palabra arrebatado, porque lo han justificado sumamente bien a nivel jurídico, por una serie de organizaciones que te dicen, si quieres hacer política, lo tienes que hacer a mi forma, porque de lo contrario estas fuera de la ley, preguntémosle al EZLN y a la APPO. Así son los partidos políticos los únicos capaces de postulara a personas para cargos de elección popular, a grandes rasgos el ciudadano, actor principalísimo en la que ahora se llama democracia directa, directa porque justo rompe con la mediación, mañosa dicho sea de paso, entre gobernantes y gobernados, queda fuera. Alguna otra justificación para dejar fuera del gobierno al pueblo, lo que en los inicios de la democracia moderna fue llamada al estilo “quico” ustedes lo conoces, chusma, y tal parece que esa barrera aun no se ha logrado romper, pues los gobernantes se aglutinan en una “clase”, no sé si superior o inferior, pero lo que sí se es que es una barrera amplia de saltar, y dicen que para pertenecer a ella hay que contar con una serie de conocimientos especializados en la materia, lo que se llama pues tecnócrata.

A esta formación de la clase política hay que sumarle lo que Bobbio (2005), no sé ingenuamente o sarcásticamente denomina LOS PODERES INVISBLES, digo que no me queda clara la intención, porque la visibilidad de los poderes fácticos a nivel mundial, es ya escalofriante, las empresas y medios de comunicación, que de facto son los mismo, pues éstas no cumplen con su carácter y responsabilidad social, se han apoderado cada vez más del gobierno de los países, y para muestra falta un botón, que para colmo dice COCA-COLA, pues nuestro ex presidente, no sólo pertenece un partido formado e impulsado por empresarios católicos, por si fuera poco, sino que ocupaba un puesto importante en la empresa ya antes mencionada.

Ahora que ya quedó bien expuesta la cuestión representativa, hablemos de lo que es la representación política y la representación de los intereses. Supuestamente aquel que ha llegado a un cargo de elección popular, pongamos el ejemplo de un diputado, debe velar por los interés del pueblo y de la nación antes que por los propios, y representar a todos, hasta a aquellos que no han votado por él. Cuestión por lo demás contradictoria, pues cómo ha de velar por los interese de alguien que no lo escogió, dado que si no lo escogió es porque sus intereses no son los mismos, o hasta contradictorios. Así pues el afán de velar por lo interese ajenos antes que por los propios, es lo que se llama representación política. La representación de los intereses, es una práctica menos altruista que la anterior, pero la más frecuente, esto es, que si un grupo de intereses, llamémosle, para que quede más claro “amigos de Fox” impulsa la candidatura que de su amigo, no lo hace por buena onda, por el contrario, porque quiere ver sus interese representados y multiplicados una vez que su amigo llegue al poder. Y este caso se repite a nivel de partido político, pues como sabemos estos son trampolines de colocación, así en realidad no se vela por lo interese generales de la nación, sino por los intereses particulares sea de empresas o de partidos.

A manera de una primera conclusión podemos anotar que los poderes fácticos o invisibles, para los que no los quieren ver, y sus representantes, han corrompido, suponiendo que en algún momento fue buena idea, la democracia representativa. Una vez que nos ha quedado claro, que la mayoría de nosotros ciudadanos a pie, no vamos, sobra decir si queremos o no, porque no se puede, a acceder nunca al ejercicio del gobierno, se puede hacer mención de lo que Joseph Schumpeter bien denominaba la lucha de élites por el poder. ¿Entonces están representados nuestros intereses en el ejercicio del gobierno? Aquellos, gobernantes dirían que sí, por ejemplo no gobernante, pero sí actor de la vida política de México, José Woldenberg, autor de un breve artículo, consultado para el presente trabajo, titulado los valores de la democracia, hace referencia, a la libertad, como la capacidad de autogobernarse o de autodeterminación. Los otros valores son, fraternidad e igualdad. En este sentido, nos considera muy tontos, pues dice los ciudadanos hemos participado de forma indirecta, indirectisisisíma diría yo, en la construcción y promulgación de las leyes, pues una vez electo nuestro supuestos representante lo hemos facultado para que legisle por nosotros, eso está claro, pero de ahí a que esto sea una capacidad de autoderminación, lo veo difícil.

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