El factor del tiempo siempre ha jugado un papel importante para las dediciones políticas nacionales, y el levantamiento de los aranceles al maíz, fríjol, azúcar y leche en polvo, no es la excepción. Pues entraron al igual que el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) en fechas decembrinas, tiempos que dicta la tradición son de compartir y estar con la familia, no así para estarse preocupando de asuntos de política nacional y exterior, ¿a quién le gusta la política? y no porque nuestros seudo representantes sean un asco de personas, no, sino porque desde la propia historia y desarrollo del tema, en la práctica siempre se ha buscado la manera de excluir a la gente de esta actividad que Aristóteles, que era partidario de la idea de la participación de los mejores, definía como la actividad suprema del hombre.
Así el levantamiento de los aranceles a los productos de la canasta básica ya mencionados, fue el uno de enero del 2008 cuando muchos afortunados apenas se incorporaban de una pequeña resaca, uno de enero, día hecho para descansar y pensar en lo que se fue y en lo que vendrá, pero no en los asuntos de política institucional, mientras, a lo lejos se escucha en la televisión que se han cerrado algunos puentes fronterizos y que se preparan protestas nacionales contra este llamado atentado a la soberanía alimentaria.
Sumado a esto el tema del frío, burrr, si que dejó helados a muchos y más con esas coberturas en televisión de casi la mitad de noticiario, frío por aquí, frío por allá, mientras que del incremento de precios de la gasolina y otros productos se dice poco, los aumentos principalmente se han dado en productos como el pollo, la carne de res, el aceite comestible, el huevo y la leche, que según los reportes de algunos diarios nacionales han aumentado de entre 2 y 6 pesos; complementos básicos de la cocina mexicana, como el aguacate y el limón, han incrementado su precio en casi diez pesos y los cigarros también han subido un peso; mientras que el salario mínimo, que como ya he comentado en otras ocasiones hasta el nombre ofende, sólo aumentará dos pesotes y con eso nuestro gobernantes quieren que hagamos magia como la “bartola” de Chava Flores, para pagara la renta el teléfono y la luz.
Así el levantamiento de los aranceles a los productos de la canasta básica ya mencionados, fue el uno de enero del 2008 cuando muchos afortunados apenas se incorporaban de una pequeña resaca, uno de enero, día hecho para descansar y pensar en lo que se fue y en lo que vendrá, pero no en los asuntos de política institucional, mientras, a lo lejos se escucha en la televisión que se han cerrado algunos puentes fronterizos y que se preparan protestas nacionales contra este llamado atentado a la soberanía alimentaria.
Sumado a esto el tema del frío, burrr, si que dejó helados a muchos y más con esas coberturas en televisión de casi la mitad de noticiario, frío por aquí, frío por allá, mientras que del incremento de precios de la gasolina y otros productos se dice poco, los aumentos principalmente se han dado en productos como el pollo, la carne de res, el aceite comestible, el huevo y la leche, que según los reportes de algunos diarios nacionales han aumentado de entre 2 y 6 pesos; complementos básicos de la cocina mexicana, como el aguacate y el limón, han incrementado su precio en casi diez pesos y los cigarros también han subido un peso; mientras que el salario mínimo, que como ya he comentado en otras ocasiones hasta el nombre ofende, sólo aumentará dos pesotes y con eso nuestro gobernantes quieren que hagamos magia como la “bartola” de Chava Flores, para pagara la renta el teléfono y la luz.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario