sábado, 24 de enero de 2009

Toma de posesión de Obama

Para contribuir al derroche de tinta “que nada dice y mucho menos significa” sobre la toma de posesión del presidente número 44 de los Estado Unidos, propongo recurrir a los cartones políticos de los tres diarios ya acostumbrados –El Universal, La Jornada y El Milenio- para ver si estos articulistas de la imagen nos dan más luz sobre el hecho histórico que llenó las pantallas de televisión de prácticamente el mundo entero el día martes 20 de enero del año.


Entre los elementos a destacar de los cartones se encuentran por ejemplo, en el caso de las imágenes de El universal, los temas de política nacional o de la forma de hacer política/gobernar en México y en Estados Unidos, donde hay muchas diferencias, no solo de sistema como el hecho de que en Estado Unidos se vive una real democracia electoral bipartidista, digo real en el sentido de que sí se respeta el sentir popular, con la excepción de las teorías de fraude electoral que llevaron a George W. Bush a derrotar al ahora “ecologista” Al Gore y mantenerse en el gobierno por cuatro años más (bélicos aun que los anteriores).
Otra diferencia central de la de la forma de gobierno del vecino del norte, se materializa en las constantes renuncias de “servidores públicos” de Estado Unidos al ser acusados de prácticas de corrupción, que en el caso mexicano nunca ha sido de esta forma, claro ejemplo de esto es el cartón de Hernio Flores que acusa abiertamente al gobierno de Calderón de proteger a los gobernadores de Puebla y Oaxaca, critica sus alianzas con la “lideresa” del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Ester Gordillo quien fue premiada con la dirigencia vitalicia del mencionado sindicato por mover su gente a votar por el PAN en los comicios fraudulentos del 2006.
En los cartones de La Jornada juega un papel importante el antecesor de Obama y se resalta sobre todo el carácter belicista del presidente saliente.
El tema de la comparación entre el ex presidente republicano y el actual demócrata se centra en los polos de popularidad que los rodea.
Por su lado los cartones de El Milenio son variados en sus temas, tocan la comparación de la sucesión, dando en el punto el fotomontaje de Jabaz quien dice “Está muy difícil que lo hagas peor que yo” ese es el tema de la ventaja que tiene el demócrata sobre el republicano, la popularidad de aquel fue aumentada por el repudio de este.
Tocan también las entrevistas mantenidas por el “presidente” mexicano y el, en aquel entonces, presidente electo de Estado Unidos, entre otros cosas.

Aquí está pues mi contribución al derroche de tinta “que nada dice y mucho menos significa” sobre el primer presidente afro estadounidense de los Estados Unidos.




































miércoles, 7 de enero de 2009

lunes, 5 de enero de 2009

La pista de hielo, políticas públicas aisladas que no promueven la POLÍTICA en la capital e la ciudad

Desde hace poco más de un mes y por segundo año consecutivo, el jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard ha instalado la pista de hielo más grande del mundo en el zócalo capitalino, no es de sorprender este tipo de acciones del otrora jefe de la policía de la ciudad de México, ya que estas maniobras han caracterizado sus dos años de gobierno, ya que para el gobernante capitalino “la recreación tiene que ser una política pública permanente”.


Esta idea comenzó primero con la instalación de 4 cuatro playas en distintos puntos de la ciudad de México y llegado el invierno se transformó en la instalación de la ya mencionada pista, que el año pasado tuvo un costo de 16 millones de pesos, gran parte del cual fue asumido por distintos patrocinadores.
Este año la secretaria de cultura del DF mencionó que con la instalación de esta pista de hielo y otras dos, una en Tlahuac y la otra en el deportivo Los Galeana, se pretende promover el patinaje como deporte nacional, vaya declaraciones disparatadas, ya que si no se ha promovido al país o la ciudad como un jugador de futbol, deporte en el cual se lleva ya muchos años de experiencia, menos se pretenda que en dos años, máximo en 6, ya que dudo que llegue quien llegue a la jefatura de gobierno, del partido que sea, de continuidad a este tipo de políticas; por cierto que de política no tienen nada.


Y aquí el punto medular para hablar de las pistas de hielo, por qué el gobierno local hace este tipo de gasto y no invertir, ya no digamos en educación o salud, sino en otro tipo de deportes, más cercanos a las costumbres y cultura de los habitantes de esta gran ciudad, por qué no promover el ejercicio verdaderamente como forma de vida, que permita una recreación real de la ciudadanía y luchar a la par contra el gran problema de obesidad que sufre la nación. Una respuesta fácil sería aquella que da el jefe de gobierno, argumentado que todos los mexicanos tenemos derecho a conocer, experimentar y disfrutar de este tipo de diversiones, sin embargo detrás de estas acciones, las playas y las pistas y sobre todo detrás de las inversiones que en ellas se hacen, están dos máximas de la política real o práctica como la calificaría Maquiavelo hace ya unos siglos, la ya clásica idea de la res publica romana “pan y circo” y la también clásica de la seudo política nacional, “atole con el dedo”, por qué no invertir en pequeños equipo de ese “fantástico” deporte que levanta pasiones en todo el mundo y en México también, por qué no promover ese o cualquier otro deporte donde participen más de dos jugadores y dos equipos, hacer pequeñas ligas delegaciones del deporte que se les ocurra, aquí creo que la respuesta se pinta menos obvia pero más real, esta es porque cualquier tipo de organización crea política, crear organización ciudadana es crear demandas al gobierno, no sólo en instalaciones sino en diversos temas, se le brinda a la sociedad de una organización, de comunicación con personas de su barrio, se propicia el intercambio de ideas, se organiza pues a la sociedad y como ya lo dije, una vez que la gente está junta comienza a hacer política, a exponer sus problemas, a salirse del huacal, un pueblo organizado no es conveniente para el gobierno, menos en tiempos de crisis económica y de la ya tan prologando crisis de representatividad.

No es que se quiera hacer de México un país de patinadores (sobre hielo), de ciclistas o de nadadores, lo que se busca son distractores de la sociedad, algo que les haga olvidar los tragos amargos de las quincenas que no se pueden estirar más, que les distraiga del insultante aumento del salario mínimo de dos pesos y si de paso la gente se puede ejercitar, que lo haga, que el pueblo no diga que no existe la playa, el sol y el mar para los pobres, que Santa Claus y los Reyes Magos no llegan a todos los hogares.

Mientras estemos aislados, incomunicados entre nosotros, entre la gente de nuestro barrio, que comparte problemáticas y banquetas, el gobierno seguirá gastando el presupuesto público, con o sin ayuda de patrocinadores, en albercas y pistas de hielo y no en lo básico, educación y salud.

sábado, 3 de enero de 2009

Proyecto los centenarios

Como lo he hecho ya en otras ocasiones los invito a que nos sumemos a la tarea histórica que este tiempo nos encomienda, esta es, la lucha por la recuperación de la memoria e historia de los centenarios que conmemoraremos el año siguiente.

Este blog bien puede ser un gran archivo con materiales valiosos para esa recordación y estudio, el internet nos da ambas posibilidades; el de la investigación y la difusión, esta convocatoria no es sólo para los integrantes del blog sino para todo el internauta que nos visite, ya que puede utilizar los espacios que tenemos para la comunicación para sugerir artículos, documentales y todo tipo de materiales y muestras que nos ayuden a tener una celebración de los procesos histórico-sociales que más han marcado la vida de México y sus habitantes.

Para comenzar comparto un artículo de Enrique Calderón publicado hoy en La Jornada ya que me parase que da muy buena luz a la intención de este proyecto y esfuerzo.
Como otros pueblos de la Tierra, el nuestro, tal como lo conocemos hoy, es producto de una historia larga, con páginas gloriosas y otras que no lo son tanto. De entre todas ellas, algunas dan cuenta de dos grandes quiebres distanciados entre sí por cien años, el último de los cuales ocurrió hace un siglo; quiebres que definieron en mucho lo que hoy somos, pero también lo que quisimos ser y que hoy nos parece inalcanzable: un país libre y soberano, gobernado con equidad, justicia y transparencia, con un gran proyecto nacional para el futuro; un país dueño de su destino y orgulloso de su pasado, de su gente, de su cultura y de su desarrollo.