Entre los elementos a destacar de los cartones se encuentran por ejemplo, en el caso de las imágenes de El universal, los temas de política nacional o de la forma de hacer política/gobernar en México y en Estados Unidos, donde hay muchas diferencias, no solo de sistema como el hecho de que en Estado Unidos se vive una real democracia electoral bipartidista, digo real en el sentido de que sí se respeta el sentir popular, con la excepción de las teorías de fraude electoral que llevaron a George W. Bush a derrotar al ahora “ecologista” Al Gore y mantenerse en el gobierno por cuatro años más (bélicos aun que los anteriores).
Otra diferencia central de la de la forma de gobierno del vecino del norte, se materializa en las constantes renuncias de “servidores públicos” de Estado Unidos al ser acusados de prácticas de corrupción, que en el caso mexicano nunca ha sido de esta forma, claro ejemplo de esto es el cartón de Hernio Flores que acusa abiertamente al gobierno de Calderón de proteger a los gobernadores de Puebla y Oaxaca, critica sus alianzas con la “lideresa” del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Ester Gordillo quien fue premiada con la dirigencia vitalicia del mencionado sindicato por mover su gente a votar por el PAN en los comicios fraudulentos del 2006.
En los cartones de La Jornada juega un papel importante el antecesor de Obama y se resalta sobre todo el carácter belicista del presidente saliente.
El tema de la comparación entre el ex presidente republicano y el actual demócrata se centra en los polos de popularidad que los rodea.
Por su lado los cartones de El Milenio son variados en sus temas, tocan la comparación de la sucesión, dando en el punto el fotomontaje de Jabaz quien dice “Está muy difícil que lo hagas peor que yo” ese es el tema de la ventaja que tiene el demócrata sobre el republicano, la popularidad de aquel fue aumentada por el repudio de este.
Tocan también las entrevistas mantenidas por el “presidente” mexicano y el, en aquel entonces, presidente electo de Estado Unidos, entre otros cosas.
Aquí está pues mi contribución al derroche de tinta “que nada dice y mucho menos significa” sobre el primer presidente afro estadounidense de los Estados Unidos.