Existen por lo menos tres cambios fundamentales en México desde que Calderón se hizo con la presidencia en 2006. Primero, el número de pobres ha aumentado de manera drástica, segundo el narco y sus agentes se han salido de control generado más de cuarenta mil muertos en cinco años y tercero, producto de esta mala administración y mal gobierno, los llamados movimientos sociales, ciudadanos y de resistencia han proliferado y han obtenido resultados, aunque la estrategia sea equivocada en algunos casos.
Sobre el círculo vicioso conformado por la ambiciosa y codiciosa administración federal, el aumento de la pobreza extrema y el engordamiento de las filas de la delincuencia organizada, baste ese minúsculo comentario, ya que en esta ocasión me gustaría abordar el tema del Movimiento por la Paz encabezado porelpoeta Javier Sicilia.
Los esfuerzos que ha hecho elpoetayperiodista son ingentes y su importancia no se puede negar, la principal, poner sobrelamesa dediscusión la muerte de inocentes en el la luchacontraelnarco. Sumado a esto está el esfuerzo por articular las resistencias a lo largo y ancho del país y el intento por humanizar a las víctimas, reconociendo que en efecto no son ni daños colaterales, ni cifras para el recuerdo, sino personas con historias, con familias y sin vínculos con el narcotráfico. Como si esto último fuera garante o apología –como lo usa el gobierno federal- para justificar muertes.
Me interesa en este momento realizar un ligero acercamiento al contenido de algunas de las demandas y las formas en que las ha realizado el movimiento encabezado porelpoeta Javier Sicilia.
Los seis puntos planteados por el movimiento se dieron a conocer en este medio hace algún tiempo, sin que fueran objeto de reflexión, sino solamente como mera información, sin embargo existen varios de ello que merecen ser leídos con atención, sobre todo aquellos en los cuales se ha avanzado un poco.
1. Exigimos verdad y justicia: -dice el primer punto- el senado ha rechazado esta posibilidad, mientras que los diferentes dirigentes partidistas arguyen que esta es una facultad de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Primero debe existir una comisión de la verdad que esclarezca todas las muertes de nacionales y personas que se encontraban de paso y que por negarse a ser explotadas o a participar como sicarios en esta guerra han sido privados de la vida. Segundo confiar en que la CNDH hará esta tarea sería demasiado ingenuo y equivaldría a creer que la gente pobre y ultrajada de este país muere de gastritis, como pretendió hacer creer dicha comisión hace algunos años ante la violación multitudinaria que realizaron militares a una anciana.
2. Se exige combatir la corrupción, pero se sientanaldiálogo, con personas putrefactas de corrupción, como son todos los dirigentes de los partidos políticos y se acerca el movimiento de manera ingenua a platear sus demandas de no militarización del país y alto al fuego, con dos personajes que tienen metidas las manos hasta lo más profundo en las redes del narco tráfico: elseñorpresidente y el Procurador General de la República, Genaro García Luna. Quienes una vez terminada la primera reunión con el movimiento, no hacen más que defender su estrategia militaristas y taparse las espaldas. Haciendo retroceder al movimiento en una de sus demandas realmente populares, la destitución – que se pidió a coro en el zócalo de la ciudad de México - del procurador (sic) de justicia nacional.
3. Esto da paso al siguiente punto, democracia participativa, mejor democracia representativa y democratización en los medios de comunicación, es lo que reclama el movimiento, sin embargo, apoyan la reelección inmediata de presidentes municipales y legisladores, como si no fuera suficiente con el cacicazgo que aquellos establecen en poblados durante tres años y como si el sueldo y demás privilegios que los legisladores (sic) – que están trabajando empujados por la ciudadanía- no fueran humillantes para la población en general y de manera más sufridamente para los nuevos 13 millones de pobres del país. Aquí no estamos entendiendo lo mismo por democracia!!! Mientras que se pide la democratización de los medios, elpoetayperiodista no hace más que aparecer en entrevistas en Televisa y medios impresos afines, con excepciones claro está, pero privilegiando aquellos monopolios de la (des)información.
Este breve comentario no pretende ser exhaustivo, ya que el tema es amplio y complicado, así que baste una opinión gráfica final acerca de la forma en que elpoeta y el movimiento que lo acompaña ha intentado dar la lucha – perdón ellos no aceptan este tipo de calificativos porque los consideran violentos- por visibilizar a los muertos y la desmilitarización del país: