Por azares del destino me encontré una noche de domingo para lunes en un antro de la Condesa, los mexicanos y algunos de los argentinos sabrán a qué barrio me refiero, aquel de moda, aquel que derrocha grandes cantidades de dinero y es atractivo al turismo y a los nacionales por su ambiente (sic), la música en definitiva era lo de menos, bandas entreteniendo a la gente con temas difundidos en la radio. Los argentinos, por lo menos los que conocí y otros tantos por sentirse cerca de su patria a la cual por cierto dicen que sólo regresaría para ver a la familia, pedían Fernet Branca para sentir que el alcohol les cobija. Pero no es así, es natural que renieguen de una patria que no es propia, dicen “ya estoy hablando como mexicano”, reniegan de la miseria y la indiferencia que dejan en su país, pero también de lo que acostumbran de él. Algunos, no todos, sabrán que su país y su presidente en turno realizó incursiones al desierto en aras de exterminar a los indígenas nativos que habitaban dichas tierras en las décadas del 40, 50 y 60. Hoy día es conocida la persecución que el gobierno Chileno (Michelle Bachelet, qué decir del actual) realiza sobre la población Mapuche de aquel país suramericano. Por ello, por el exterminio de los indígenas del desierto, se sienten herederos consentidos de Europa, cierto, junto con México han sido una de las naciones más favorecidas con (cierto tipo de) exilio europeo, con la gran diferencia que México no puede ocultar su pasado indígena pues lo vive día a día en aquellos sujetos que venden chicles, amaranto y palanquetas en la calles, el pueblo indígena vivo que la cuidad y el país mata a diario negándolo. Pero las oleadas continuas de argentinos y de otras tantos países suramericanos que huyen de la desfavorable situación económica de sus países, en México son bien recibidos porque significan un blanqueamiento de la nación; ojos claros, cabellos rubios, mujeres y hombres altos, arriban a la nación azteca so pretexto de vender su imagen como ellos mismos lo admiten, venimos a trabajar en modelaje, acompañamiento e imagen. Labor muy cercana a la prostitución, no tanto por vender su sexo, acción íntima que no dudo que se realice pues ya músicos de aquella nacionalidad en el Ollyn Kan 2008 le habían dedicados temas, pero que se sustenta en el cuerpo-imagen, en sacar provecho de su blanquitud, de su modelo impuesto de belleza, bebiendo de a gratis o siendo solo compañía, eso sí siempre observadas por un hombre de su misma nacionalidad cariñoso y atentos a sus actividades.
Con este comentario espero no aparecer como xenofóbico, sino como simple relator de la situación de blanquemiento-occidentalización-discriminación que viven los mestizos e indígenas de México; además ya he dicho que la recepción de personajes siempre enriquece la cultura de la nación recipiente, siempre que los exiliados sean consientes y pretendan así hacerlo.
Con este comentario espero no aparecer como xenofóbico, sino como simple relator de la situación de blanquemiento-occidentalización-discriminación que viven los mestizos e indígenas de México; además ya he dicho que la recepción de personajes siempre enriquece la cultura de la nación recipiente, siempre que los exiliados sean consientes y pretendan así hacerlo.