sábado, 26 de junio de 2010

Del inconsciente colectivo a la derrota psicológica. México VS Argentina

Nunca he sido muy enterado de temas de futbol, sin embargo este deporte como fenómeno social tiene diversas aristas de análisis, la más común de escuchar es que es un deporte que por muy seguido se presta a manipulación política, el caso mexicano es significativo por cuanto la programación dominical de televisión abierta está atiborrada de basura “cómica” y futbol. Añejos anuncios publicitarios con tintes de unidad familiar mostraban a un padre frente a un televisor, con un fondo que dibujada una cancha de futbol, mientras que un niño pedía no su domingo, sino un domingo con su padre.
Es cierto, el balón pie mueve multitudes pero ¿por qué? como deporte y competencia despierta sentimientos sanos de lucha, querer ganar no es un sentir per se negativo, querer hacerlo a costa de todo y sin escrúpulos sí lo es. También ha ganado popularidad y seguidores este deporte gracias a que ha pasado a ser una mercancía más, sus jugadores famosos son ídolos nacionales y portadores de mil marcas, anuncian sus playeras, sus tenis, sus desodorantes, sus rastrillos, sus caras y sus cuerpos, son mercancías, lo he dio ya. Y como tales muchas de las cuasi ciencias ponen sus conocimientos a trabajar para despertar sentimientos de vacío y necesidad. Para ser un jugador estrella sólo hay que entrenar y vivir para ello, no dejarse manipular e iluminar por el falso brillo de la mercancía, que al final del día eso es lo que vende ¿quién creerá que comprando tales o cuales tenis va a corre más rápido? O peor aun ser más atractivo o valer más que aquel que no los tiene. Pero eso intenta vender no sólo este deporte tan de boga hoy día por la mal llamada fiesta del futbol desarrollada en uno de los continentes más castigados por el colonialismo y el neocolonialismo como lo es África.
El futbol en estos términos antes que un deporte es un negocio, no importan vencedores o eliminados, el capital nunca pierde, la supuesta derrama económica que el mundial debería dejar sobre Sudáfrica y sus pobladores son apenas migajas frente a la cantidad ingente de dinero que dicho evento producirá en el resto del globo mediante, por decir sólo un ejemplo, la compra de la señal televisiva y dentro de esta los conocidos anuncios comerciales, cuyo fin ha sido ya descrito.
Sin embargo este punto no es el que viene a colación hoy día, lo es sí la contienda que muchos dan por perdida entre los seleccionados de México y Argentina, dando ventaja a este último, no sé por cierto si mi escrito ahonde el fenómeno que quiere describir, aun así se hace necesario mencionar que en el pueblo mexicano existe una derrota psicológica, no viene de la nada, el seleccionado argentino trae a uno de los mejores jugadores del momento, pero la sensación de un país cansado, derrotado y sin esperanzas se percibe en el aire. Se cree que no existe la posibilidad, cuando estadísticamente sólo existe en dos formas, o se gana o se pierde, no importa quién sea el rival. Lo complicado hoy día en México es que la posibilidad del triunfo está aniquilada, no existe, sea porque el director técnico de la selección nacional meses antes de comenzar el mundial declaró tener nulas expectativas del papel de la selección durante el mundial o porque los medios en su ejercicio siempre psicótico un minuto dicen que México va con todo, que es su momento, que no hay que ser desesperanzados y al siguiente mandan todo al carajo diciendo de manera sutil que estamos, casi literalmente, eliminados.
En entrevistas a los seleccionados mexicanos se les miran caras largas y de apatía, han tirado la toalla antes de entrar al campo lo mismo que casi el país entero. Lo lamentable del encuentro de mañana entre México y Argentina es creer que éste es mejor porque tiene más jugadores militantes de clubes europeos y que jugadores y pueblo salgan a la cancha derrotados de ante mano.



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