pues perdido el poder económico por parte del Estado,
se perdería asimismo el poder político produciéndose el caos.
Fragmento del discurso expropiatorio del Gral. Lázaro Cárdenas
La primera encabezada por el gobierno de Felipe Calderón y el Secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño plantea tibiamente -ante la opinión pública- la privatización del petróleo nacional, cosa que parece una broma o una de esas realidades que sólo suceden en nuestro país, pues estos hombres no faltos de memoria, pero sí inconcientes del alcance de la misma, hacen planteamientos que contravienen la voluntad popular, no quiero hablar aquí con la voz de ella, sin embargo sí me atrevería a decir que la desfachatez de estos personajes ávidos de poder y dinero es conocida por la gran mayoría de la sociedad mexicana, lo que hace especular que estos hombres no están pensando en el futuro de México sino en el beneficio que dicha privatización les traerá aparejado.
Además el disfraz de una “reforma energética” pierde fuerza ante el argumento de privatización cuando se observa que en la reforma no se está contemplando la investigación e implementación de fuentes alternativas de energía, por ejemplo la eólica, hidráulica o solar, ¿por qué poner el énfasis en el “tesoro de las profundidades” cuando existen otras fuentes con mayor futuro y más sanas para el globo terráqueo?
La postura de Cárdenas hijo
Otro enfoque sobre la disfrazada privatización del petróleo mexicano, es el planteado por el Ingeniero Cuauhtemoc Cárdenas, hijo del general y ex presidente que en 1938 tomó la dedición de expropiar maquinaria, edificios, oleoductos, refinerías y vías de comunicación a más de una decena de empresas estadounidenses que desacataban el fallo de la Suprema Corte de Justicia a favor de la huelga de trabajadores.
Parece que Cárdenas hijo sólo ha salido al paso por el parentesco con el ex presidente; la propuesta que maneja no sabemos si está con Acción Nacional o con el partido político que creó a raíz del fraude presidencial que cometieron en su contra en 1988; sus planteamientos son de remodelación pero no de privatización de la empresa que por años ha llenado los bolsillos de los gobernantes en turno – PEMEX paga en impuesto cerca del 60% de lo que produce- esta idea resulta muy parecida a la que tienen los priístas, más si algo ha caracterizado el discurso del denominado líder (in)moral del PRD ha sido su llamado poco enérgico pero acertado a que se hable de frente a la sociedad sobre lo que contiene la reforma energética, ya que la Secretaría de Economía y el Ejecutivo Nacional de anuncios e imágenes propagandísticas no ha pasado.
La expropiación petrolera de 1938
La acción expropiatoria dictada por el ex presidente Lázaro Cárdenas del Río desencadenó una respuesta inusitada por parte del pueblo mexicano, quien en el afán de cubrir el pago compensatorio a las compañías extranjeras y atendiendo al llamado de solidaridad del presidente donó todo cuanto tenía de valor, desde gallinas hasta relojes de oro, “pido a la nación entera un respaldo moral y material suficiente para llevar a cabo una resolución tan justificada, tan trascendente y tan indispensable” dictaba Cárdenas el 18 de marzo a las 10 de la noche.
Cuenta Jaime Avilés, periodista y escrito mexicano, que ya para el día sábado 26 de marzo a sólo ocho días del decreto expropiatorio la sociedad mexicana había donado en dinero, bienes personales y en especie -estos últimos eran subastados en la explanada del Palacio de Bellas Artes- más de 260 mil pesos, equivalente a 72 mil dólares en el tipo de cambio de aquella época, la suma que las empresas extranjeras, encabezadas por una representación gringa y británica, exigían era de pago de 440 millones de dólares.
Sin embargo antes de seguir con las posturas de la izquierda institucionalizada y la armada en torno al tema quí tratado, quiero resaltar dos aspectos fundamentales del discurso leído por el General Cárdenas.
El primero es el respeto a la soberanía nacional, dicta un fragmento del discurso:
Es la misma soberanía de la nación, que quedaría expuesta a simples maniobras del capital extranjero, que olvidando que previamente se ha constituido en empresas mexicanas, bajo leyes mexicanas, pretende eludir los mandatos y las obligaciones que les imponen autoridades del propio país.
Recordemos que las empresas extranjeras están desacatando un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que da como válida la huelga que los obreros comenzaron en mayo de 1937. De esta desaprobación se desprende que Cárdenas argumente la diferencia de servicios y tratos que reciben los trabajadores nacionales en comparación con los extranjeros.
¿Quién no sabe o no conoce la diferencia irritante que norma la construcción de los campamentos de las compañías? Confort para el personal extranjero; mediocridad, miseria e insalubridad para los nacionales. Refrigeración y protección contra insectos para los primeros; indiferencia y abandono, médico y medicinas siempre regateadas para los segundos; salarios inferiores y trabajos rudos y agotantes para los nuestros.
Por último el ex presidente también se cuestiona el desarrollo social que las empresas extranjeras brindan a la nación.
Examinemos la obra social de las empresas: ¿En cuántos de los pueblos cercanos a las explotaciones petroleras hay un hospital, una escuela o un centro social, o una obra de aprovisionamiento o saneamiento de agua, o un campo deportivo, o una planta de luz, aunque fuera a base de los muchos millones de metros cúbicos del gas que desperdician las explotaciones?
¿En cuál centro de actividad petrolífera, en cambio, no existe una policía privada destinada a salvaguardar intereses particulares, egoístas y algunas veces ilegales? De estas agrupaciones, autorizadas o no por el Gobierno, hay muchas historias de atropellos, de abusos y de asesinatos siempre en beneficio de las empresas.
Desafortunadamente los presidentes a nivel mundial que respetan la soberanía interna de las naciones y la popular actualmente son muy pocos, esto es debido a que, como ya he expuesto en otra ocación, toda política neoliberal es en sí violatoria de la soberanía.
La izquierda institucional
La tercera postura es la encabezada por Andrés Manuel López Obrador, personaje que se ha convertido en el más férreo crítico del gobierno, cabe decirlo, ilegítimo de Calderón, plantea que la reforma energética no es más que un intento de privatización de la empresa “de todos los mexicanos” en beneficio de la “mafia más peligrosa, que es la que se encuentra en Los Pinos”. Para formar una oposición funcional a este intento privatizador se ha creado el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo que junto con la Convención Nacional Democrática han propuesto planes de resistencia civil pacífica que contemplan cercos ciudadanos a las cámaras de representantes, a carreteras federales, a instalaciones estratégicas de la paraestatal, entre otras, para tales acciones se cuenta ya con 28 mil brigaditas, en su mayoría mujeres.
El apoyo que ha recibido AMLO considero que no es del todo incondicional, por lo menos de una parte importante de las personas que lo están apoyando en la defensa del petróleo, mucha gente se ha sumado al movimiento porque no hay líderes opositores que no sean del ámbito político institucionalizado, se le sigue, como ocurrió en el caso de la elección del 2006 porque no hay otras opciones; este movimiento además cuenta con todo el apoyo, las bases y los recursos, sí de la sociedad, pero también y principalmente del Gobierno del Distrito Federal y la estructura partidista del PRD, que por cierto en este momento se encuentra empantanada con la elección de dirigente nacional, conflicto que ha servido a los medios y al PAN para distraer la atención del caso Mouriño.
Entre las acciones encabezadas por AMLO destacan sus acostumbradas concentraciones en el zócalo capitalino, realizadas ya dos de ellas una el 18 de marzo y la otra una semana después, el 25, con una afluencia importante de ciudadanos; en estos mítines se han planteado los planes de resistencia civil pacífica a la vez que se presentan propuestas poco aceptables de hacer política, proponiendo canciones en ritmos populares y bailes con edecanes con el tema de la ilegitimidad de Calderón y sus intenciones de privatizar el petróleo. Aunque se ha dicho que el movimiento será pacífico, no se descarta el último escenario que sería la revuelta social.
En estas concentraciones también se dan a conocer las acciones que al interior de la cámara de diputados realizarán los integrantes del Frente amplio Progresista (FAP), como son la toma de la tribuna.
El movimiento armado
En entrevista realizada por La Jornada el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) toca entre diversos temas el de la defensa del petróleo, dice al respecto: Desde aquí vamos a defender el petróleo y nuestros recursos naturales.
El ERPI es una escisión de Ejercito Popular Revolucionario (EPR), ambos grupos guerrilleros son oriundos del estado de Guerrero y continuadores de los movimientos encabezados por el maestro Lucio Cabañas y Genaro Vázquez.
Si atendemos a este tipo de llamados y más aun a una frase pronunciada por los guerrilleros del ERPI y que desde hace unos años recorre el país, No nos vamos a esperar al 2010, se refuerza la idea de que el pueblo de México está dispuesto ha hacer que el panorama político, económico y social del país cambie en poco tiempo.
Es por este tipo de pronunciamientos que menciono al comienzo del artículo que el gobierno falso de Felipe Calderón no es conciente de la memoria de los pueblos, ya que intentar privatizar el petróleo a setenta años de su expropiación -siempre tienen mayor énfasis las celebraciones que caen en múltiplos de 5- no será cosa fácil pues los antagonistas del gobierno federal alcanzan desde las elecciones del 2006 casi el 60% de la población y cada quien está luchando desde su trinchera.