Entrevista con Epigmenio Ibarra.
La industria de la televisión en México tiene la estructura de una vieja hacienda
Publicada en la Revista no. 56 el 01 de diciembre 2000
Epigmenio Ibarra es el productor independiente más importante de la televisión mexicana. Asociado con Carlos Payán, exdirector del periódico La Jornada, y con Hernán Vera, experto en manejo de cámara y postproducción, formaron la productora independiente Argos.
Sus telenovelas, particularmente Nada Personal, Mirada de Mujer y La vida en el espejo, han transformado el género de la telenovela en México. Ahora se dice rápido y fácil, como si nada hubiera pasado, pero hace apenas poco más de un lustro en México las telenovelas contaban historias muy alejadas de la realidad cotidiana. Si bien presentaban divorcios, engaños, abusos de poder y otros conflictos de alto impacto, es importante reiterar que lo hacían como si esas historias pertenecieran sólo a unos cuantos que tenían vida de telenovela. En cambio, lo que ha hecho Argos (Epigmenio-Payán-Vera) es colocar a las preocupaciones de la sociedad de nuestro tiempo como protagonistas de sus telenovelas. Mientras más se vinculan las historias con la realidad del país, es mejor. Es la gran diferencia.
Epigmenio Ibarra fue durante muchos años corresponsal de guerra. Cuando el conflicto armado de Chiapas tomó por sorpresa y trastocó la vida de los mexicanos, Epigmenio entrevistó al Subcomandante Marcos y buscó que se transmitiera el programa que contenía la conversación. Multivisión abrió el espacio y la emisión fue transmitida. Marcos conmocionaba e ilusionaba a los mexicanos. Con la difusión de esa entrevista Argos emprendía el camino a la fama como una productora de televisión independiente reconocida por su audacia. Epigmenio es un idealista.
José Antonio Fernández: ¿Qué pasó con Argos después de la transmisión del programa en el que entrevistaste al Subcomandante Marcos?
Epigmenio Ibarra: Realizamos otro programa: Viaje al centro de la selva. No pudimos transmitirlo por televisión, pero se nos ocurrió hacer una proyección inusual: lo presentamos en el cine Las Américas, de la ciudad de México. Equipamos a Marcos con un teléfono satelital y yo le hice una entrevista en vivo (vía telefónica), frente a 2,500 asistentes a la sala, antes de iniciar la proyección y también luego de que concluyó.
Seguridad Nacional y el Ejército pensaron que habíamos traído a Marcos a la ciudad de México y que lo teníamos escondido. Durante mucho tiempo fuimos sospechosos de haberlo hecho. Lo cierto es que le dimos a Marcos un teléfono vía satélite.
Ese programa lo proyectamos en todos los estados de la República. Vendimos más de 45,000 copias. Calculamos que la piratería vendió muchas más.
J.A.F.: ¿Cómo te recontactas con TV Azteca? (Epigmenio fue corresponsal de guerra de la televisora del Ajusco desde que era Imevisión, y cuando transmitió la entrevista de Marcos en MVS sus relaciones con TV Azteca desaparecieron).
E.I.: Se dio todo un proceso de acercamiento dentro de una coyuntura que nos favoreció: cuando TV Azteca se relaciona con NBC se ven obligados a presentar un video corporativo, una revista y una serie de documentos. Nosotros (Argos) éramos la mejor opción para realizar ese trabajo interno. Antes ya se había dado una labor de intermediación de Carlos Slim con Ricardo Salinas Pliego, más otros acercamientos propiciados por distintos lados.
En ese programa para NBC yo le hice una entrevista a Ricardo Salinas en su oficina, lo que terminó por suavizar las cosas.
J.A.F.: ¿Con qué empezaron?
E.I.: Propusimos el programa Expediente 13 22:30, que es una idea original de Verónica Velasco. Fue la primera emisión que tocó los problemas de seguridad y justicia con seriedad y profundidad. La experiencia fue extraordinaria para nosotros. Eliminamos al narrador y cada reportaje era contado por los protagonistas. Desarrollamos nuestro concepto de cámara orgánica, acercándonos de una forma muy singular a los hechos. Y por la forma en la que estaba armado el programa, tuvimos la oportunidad de entrar a hacer ficción. Todo esto nos enfiló a las telenovelas.
J.A.F.: ¿Cómo entras a las telenovelas? Tú no eras productor de telenovelas, tu espacio eran los reportajes relacionados con guerras y levantamientos.
E.I.: Para ese momento mucha de la gente que ya trabajaba con nosotros venía de la ficción, o de la aspiración de hacer ficción.
Un buen día Ricardo Salinas Pliego visitó el foro del programa Expediente y le gustó. Caminó por él, observó con cuidado la escenografía y nos propuso que hiciéramos una serie policiaca. Escribimos el corazón de la historia de Nada Personal y se la presentamos a Ricardo Salinas, precisamente en el foro del programa Expediente. Ahí desayunamos. Nos dijo que le gustaba la propuesta y que quería 100 horas. En ese mismo momento nos propuso que produjéramos una telenovela. De él fue la idea.
J.A.F.: ¿Y qué le repondieron?
E.I.: Nosotros veníamos de ver telenovelas brasileñas y venezolanas. No teníamos la noción de la telenovela como un medio pueril, sino como un instrumento recreativo, informativo y transformador muy importante. Nuestra respuesta inmediata fue: ¡órale!
En ningún momento tuvimos falsos pudores ni vergüenza por entrar a las telenovelas. Lo que sí teníamos era un profundo desconocimiento del cómo hacer el género, por lo que Hernán Vera llamó a María Auxiliadora Barrios, que era productora de telenovelas en Caracas. Ella lee la historia (original de Nada Personal), y sin más nos recomienda contratar a José Ignacio Cabrujas.
Traemos a Cabrujas a México para que nos dé un seminario sobre telenovelas. Nos pregunta por qué queremos hacer telenovelas. Le contamos nuestras intenciones, y Cabrujas nos dijo: ustedes no lo saben, pero yo ya me di cuenta que están llamados a revolucionar el género de la telenovela en América Latina, y yo quiero ser parte de este esfuerzo.
Y agregó: se los digo porque es la primera vez que me siento a discutir la historia de una telenovela con gente que ha vivido lo que quiere contar, y no con ejecutivos que ponen unos cuantos millones de dólares en el centro de la mesa.
A los tres días de entregarnos el primer capítulo, Cabrujas murió de un infarto. Él nos enseñó, por eso ahora vamos a inaugurar el Centro de Desarrollo Literario José Ignacio Cabrujas.
J.A.F.: Quisiera recapitular un poco: ¿por que dices que ustedes tenían la experiencia de la telenovela brasileña y venezolena?
E.I.: Porque en la guerra en El Salvador y en Nicaragua lo único que podíamos ver eran las telenovelas de esos países. Era el único medio de entretenimiento, porque ahí estaba prohibido el cine.
Ahí vi capítulos de telenovelas como Roque Santeiro, Pantanal, La esclava, El bien amado y Agosto.
En esas novelas el estilo de actuación es totalmente natural, los diálogos son inteligentes, y la historias, pese a la formación política, ideológica y sentimental de cada quien, nutren porque hablan de la vida.
Y por otro lado, como siempre hemos sido estudiosos de la comunicación y a la vez buscadores de producciones que tengan alto impacto en la televisión (como la entrevista con Marcos), nos llamó mucho la atención la telenovela venezolana Por estas calles. Esa novela acompaña, acompasa y acentúa el deterioro de un régimen.
Con estos antecedentes que te comento, comprenderás que cuando nos propuso Ricardo Salinas realizar una telenovela, de inmediato le dimos la bienvenida a la propuesta.
J.A.F.: En vez de encerrarse para hacer televisión o simplemente encargar un guión, en Argos abren ventanas y puertas y piden consejos a quienes están cerca de ustedes. Sé que consultan y escuchan desde el chofer de Payán hasta a García Márquez y Carlos Fuentes. ¿De dónde viene el método?
E.I.: Tiene que ver con la guerra y con la experiencia de Payán. Él no tiene escritorio, trabaja y recibe gente en una mesa. Yo atiendo a todo mundo en esta sala. Nosotros hacemos las cosas conversando con la gente. Payán armaba La Jornada en medio de discusiones colectivas. Nosotros trabajamos aquí atendiendo preocupaciones de todo el equipo y pensando en qué dirección debemos caminar.
Aquí el debate es una norma.
Cuando tú construyes telenovelas en donde los personajes deben tener sobre todo credibilidad, te expones a la crítica de propios y ajenos. Cuando hay inconsistencias todo mundo tiene algo qué decir, y entonces es cuando se da la creación colectiva, donde el chiste es saber escuchar y saber dirigir.
J.A.F.: ¿Argos tiene una política de contenidos para sus telenovelas?
E.I.: La regla es producir cosas que nos satisfagan profundamente.
J.A.F.: ¿Qué significa que los satisfagan?
E.I.: Muchas veces he dicho que venimos de la guerra y que allá aprendimos la muerte, y que hoy queremos celebrar la vida. Hoy deseamos que nuestras telenovelas se acerquen a lo que pensamos de la vida. Queremos poner un espejo en el televisor para que la gente se vea a sí misma y mire al país. Creemos que la vida debe ser contada sin tapujos.
J.A.F.: ¿Cómo lograron el financiamiento de su primera telenovela?
E.I.: Fue de Azteca y también nuestro, en el sentido de que nosotros sacrificamos utilidad por calidad. Hasta el momento, los éxitos de pantalla no se han reflejado en éxitos financieros para nosotros. Sin embargo hemos ganado el derecho de ser, y hoy somos una realidad. Tenemos unidades móviles, foros y salas de edición y postproducción, y no entendemos a Argos como una fórmula de enriquecimiento personal. Nuestros márgenes de utilidad son ridículos, pero hoy somos. No existía la producción independiente en la televisión mexicana (porque una cosa es producir dentro de TV Azteca y otra, muy distinta, lo que nosotros hacemos).
J.A.F.: ¿Ustedes le vendían las telenovelas a TV Azteca?
E.I.: Claro. Nuestra infraestructura pesa sobre nuestros hombros.
J.A.F.: ¿TV Azteca les pagaba por paquete completo?
E.I.: Capítulo por capítulo.
Hicimos un trato en el que propusimos cobrarles costo cero. Yo le dije a Ricardo Salinas que en México es común que se inflen todos los rubros de la producción (porque es mal pagada). Le ofrecí un presupuesto absolutamente transparente para llegar a lo que llamamos costo cero: cada telenovela cuesta lo que tiene que costar, ni un peso más. No hay nada de ficción en los presupuestos, ni mentiras ni costos inflados artificialmente. Nuestra utilidad es clara y vamos contra comportamiento de rating.
Esto es una gran revolución en la televisión.
J.A.F.: ¿Ganan más si hay rating?
E.I.: Alineamos nuestros intereses con los de TV Azteca. Si a ellos les va bien, a nosotros también.
J.A.F.: ¿Cuál ha sido su telenovela más exitosa?
E.I.: Mirada de mujer llegó a tener 29 puntos de rating. Te doy este dato: cuando se transmitían por TV Azteca en el mismo horario Mirada de mujer y Se vale soñar, lograban un share de 52% (juntos).
J.A.F.: ¿Y la de menor rating?
E.I.: Tentaciones anduvo en un promedio de 7 puntos.
J.A.F.: ¿Y la telenovela Todo por amor?
E.I.: Pensamos que la muestra de rating más equilibrada es la que aglutina al público A, B y C. Bajo estos parámetros, la telenovela Todo por amor alcanza hasta 19 puntos.
J.A.F.: ¿Cómo es tu relación con Ricardo Salinas?
E.I.: Siempre ha sido muy buena. Difícil, sólo con los dineros.
J.A.F.: ¿Alguna vez Ricardo Salinas les ofreció alguna vicepresidencia en TV Azteca?
E.I.: Nunca. Y además la diferencia ideológica siempre nos hizo trabajar cerca pero lejos. Pensamos y procedemos en forma distinta.
J.A.F.: ¿La pelea de Argos es por el contenido?
E.I.: En la televisión forma es contenido. Son
inseparables. No hay justificación alguna para que la imagen no tenga calidad y fuerza.
Partimos de un supuesto, citando a Toscano: si estás filmando la historia de cada día estás haciendo algo muy importante, y por lo mismo debes pulirte al máximo en la creación o captura de las imágenes.
J.A.F.: ¿Qué papel juega el público en todo lo que ustedes hacen?
E.I.: Somos una mirada en busca del otro, sin el otro no somos nada. Si tenemos rating somos, y si no conseguimos rating, no somos. Debemos tener un rating superior a la media de TV Azteca.
No pensamos que el público sean los jodidos. El auditorio tiene derecho a informarse y a entretenerse. El público mexicano es adulto e inteligente con capacidad para apreciar lo que tiene calidad.
J.A.F.: ¿Argos gana dinero por la venta de sus telenovelas en el extranjero?
E.I.: Firmamos contratos en los que expresamente renunciamos a todos los derechos sobre la obra. Hay novelas nuestras que TV Azteca promueve en el exterior que ya no llevan ni nuestro crédito. Si tú abres la página en internet de TV Azteca y consultas la ficha técnica de Todo por amor, podrás observar que el crédito de Argos no existe.
Un poco la razón de nuestra salida de TV Azteca fue que Argos tenía un status más de maquiladora que de productora independiente. Nuestra salida es un paso natural hacia la verdadera independencia. Así como en un primer tiempo tuvimos una situación desventajosa, y en un segundo momento renunciamos a todos nuestros derechos, ahora nos toca enfrentarnos a un reto mayor: financiar nuestros contenidos y ser dueños de los derechos.
J.A.F.: ¿Hoy ya no están casados con TV Azteca?
E.I.: Ya no estamos casados.
J.A.F.: ¿Qué hacer ahora?
E.I.: Debemos cambiar las condiciones de contratación. Tenemos que proteger nuestros derechos. Buscamos un cambio en nuestra relación con TV Azteca y con las demás cadenas. Hoy Argos se constituye formalmente como una productora de contenidos que mantiene como inalienables sus derechos autorales. Nosotros venderemos nuestras producciones para que las pasen dos ó tres veces, y si se interesan en pasarlas nuevamente al aire deberán comprarlas otra vez.
J.A.F.: Lo que me dices es justo lo que hacen las productoras en Estados Unidos y Europa.
E.I.: Ahora que vino el señor Jim Mc Namara de la cadena Telemundo de Miami, me dijo que se asombraba por las condiciones en las que trabajamos los productores independientes en México. Nosotros hicimos ya un contrato con la cadena Telemundo en el que ponemos talento, trabajo y costo cero y ellos el financiamiento económico, y ambos explotaremos las obras en el mundo. El contrato que nos hicieron no es especial, así negocian siempre. Mc Namara tendrá el control de las telenovelas en su territorio (Estados Unidos, Puerto Rico y Dominicana), pero ahí también nuestros derechos obtendrán beneficios.
Yo pienso que la industria de la televisión en México tiene la estructura de una vieja hacienda. Y esto tiene que ver con el ego y la concepción del negocio como una propiedad personal inalienable donde manda un gran patrón. Pero la industria de las telecomunicaciones es más plural hoy en el mundo. Ricardo Salinas tomó una gran decisión cuando nos dijo: produzcan ustedes (y no nos ofreció cargos ni puestos). Lo que hoy nosotros le pedimos a Ricardo Salinas es que consecuentemente con esa decisión que tomó, diga: si ya dieron el paso, ahora les voy a comprar sus programas y telenovelas como compro series y producciones a los extranjeros.
J.A.F.: Ustedes le sumaron éxitos a TV Azteca (hoy todo mundo sabe quien es TV Azteca y mucho menos gente conoce a Argos).
E.I.: Es parte de nuestra lucha. Nosotros lo que le pedimos a TV Azteca es el privilegio elemental de ser lo que somos. Tenemos derecho a sobrevivir, de otra manera en poco tiempo tendríamos que vender todo y cada uno de nosotros salir a tocar puertas para pedir trabajo. Y esto me parece que es ir contra la historia. Este país se merece más de dos versiones (que la de Televisa y de TV Azteca).
J.A.F.: ¿Ya hicieron ustedes la revolución de los contenidos y ahora plantean la revolución de la relación laboral de las cadenas con las productoras independientes? ¿Así es?
E.I.: La relación laboral la cambiamos en parte con el asunto del costo cero y nuestra forma de operación. Pero nos falta el cambio verdadero, que son los derechos autorales. Debe quedar claro quién produce y quién distribuye, tal y como está en el mundo. Que los canales conserven ciertas áreas de producción interna, pero además establezcan relaciones con productores externos (independientes).
J.A.F.: ¿Rompen con Ricardo Salinas en algún momento?
E.I.: No hemos podido hablar con Ricardo. Todo ha sido a través de sus ejecutivos. Yo a Ricardo sólo le tengo aprecio y reconocimiento, no sé con exactitud lo que piense.
J.A.F.: ¿Cuál es el panorama hoy para Argos?
E.I.: Hoy no sólo producimos telenovelas. Hacemos cine, teatro, comerciales, videoclips, noticias, series y telenovelas. Realizamos programas para Disney y Discovery. Y acabamos de establecer un contrato con la cadena Telemundo para producir nueve telenovelas en tres años. Además preparamos proyectos con Televicine.
J.A.F.: ¿Y su relación con TV Azteca?
E.I.: Nosotros llegamos a producir 5 horas de televisión diariamente, y ahora sólo les hacemos una hora al día. No podemos vivir trabajando exclusivamente para TV Azteca, es imposible.
En el 2001 les tocaremos la puerta para venderles telenovelas para que las exhiban y ellos decidirán si las compran.
J.A.F.: ¿Por qué se deterioró su relación con TV Azteca?
E.I.: Porque como dice Elisa Salinas: sus estructuras están sobradas (y quizás consideren que es mejor así porque les sale más barato).
J.A.F.: ¿Carlos Slim es socio de Argos?
E.I.: Sí, a través de fondos de inversión.
J.A.F.: ¿Cómo se relacionan los guerrilleros de la televisión con el hombre más rico de México?
E.I.: Con mucho respeto. Tenemos consejeros muy importantes. Operamos con toda libertad
Continuacíón...
http://www.canal100.com.mx/telemundo/entrevistas/?id_nota=2596
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